Ingenieros del MIT han diseñado un tejido que funciona como un micrófono de gran sensibilidad. El material está inspirado en la compleja estructura del oído y convierte las vibraciones del sonido en señales eléctricas.
El sistema sirve para enviar mensajes audibles a una persona sin necesidad de aparato receptor. La tecnología podría utilizarse en entornos ruidosos o situaciones de peligro.
Esta vez no vamos a centrarnos en un gadget en particular sino en un tipo de producto injustamente relegado a un segundo plano por el consumidor en general y del que sólo advertimos su valía cuando lo vemos en acción en la tiendas de electrónica o en la casa del vecino: son las barras de sonido.