La serie Black Mirror narra diferentes historias en un futuro distópico en el que la tecnología, en algunos de sus capítulos, alcanza un nivel de evolución que llega a producir verdadero temor. Pero aunque parezca algo lejano, nada más lejos de la realidad. Los habitantes de Romford, un barrio del municipio londinense de Havering, han vivido durante un día en algo que se asemeja bastante a lo que podría ser un episodio de la serie de Netflix: la Policía utilizó cámaras de reconocimiento facial para detener a personas que estaban siendo buscadas por haber cometido diferentes delitos.
La Policía Metropolitana de Londres ha informado de la detención de ocho personas durante el despliegue de la tecnología de reconocimiento facial en vivo en este jueves 31 de enero. Concretamente, se arrestó a tres personas como resultado directo de dicha tecnología, ya que fueron identificados como individuos que eran buscados por diferentes delitos violentos. Mientras, los otros cinco arrestos tuvieron lugar en el marco de operaciones más amplias.
Lo curioso es que el dispositivo tendría que haber durado un día más, hasta este viernes 1 de febrero, pero debido a las condiciones climatológicas adversas, la Policía canceló esa segunda jornada de pruebas. "Debemos garantizar que cada despliegue de prueba de esta tecnología sea lo más efectiva posible. Nuestro objetivo es llevar a cabo cada prueba en áreas donde se espera que el paso de personas sea alto para garantizar que todos los aspectos de la tecnología se estén probando a fondo", ha explicado el comandante Ivan Balhatchet, el director estratégico de la tecnología de reconocimiento facial en vivo.
Cómo funciona
Este reconocimiento facial en vivo, tal y como explica la propia Policía, funciona a través de la tecnología NeoFace de NEC, que analiza las caras de las personas que se encuentran en una lista de buscados por la Policía. Lo hace calculando la estructura de cada cara: crea datos faciales midiendo la distancia entre los ojos, nariz, boca y mandíbula. Tras ello, cuando el sistema ha detectado una cara, crea una versión digital de la misma y la compara con todas las que está en la lista. Por último, el propio sistema, si llega a la conclusión de que algunas de las caras es la de un sospechoso, envía una alerta a un policía.
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Pero, a pesar de la alta tecnología del sistema, no es infalible. El policía en cuestión es el que tiene que comparar la imagen creada digitalmente con la foto de la persona que se busca, y en el caso de coincidir, actuará deteniéndolo. Es más, el protocolo de la Policía Metropolitana de Londres indica que el agente tiene que explicar el motivo del arresto.
Las imágenes digitales que coincidan con una cara de la lista de personas buscadas se mantendrán guardadas durante 30 días; mientras que todas las demás, las que pertenezcan a personas que no están siendo buscadas por la Policía, serán eliminadas de manera inmediata. También se borrarán todos los demás datos de la lista de observación y de las imágenes que se graben durante el uso de la tecnología.
Multa por taparse la cara
Este mismo viernes, Independent publicó que un hombre ha sido multado con pagar 90 libras (casi 103 euros) por negarse a que su cara fuese escaneada por una de las cámaras que realiza los reconocimientos faciales. El hombre en cuestión vio un cartel en el que se advertía del uso de esas cámaras, por lo que al parecer, en ese momento, se levantó el jersey para taparse la parte inferior de su cara, agachó la cabeza y pasó caminando por el lugar.
Pero, tras ello, varios policías se acercaron al individuo y le exigieron ver su identificación. Pero tras entregársela a los agentes, y decirles que le dejaran, estos le impusieron la multa de 90 libras. Y a pesar de que un portavoz de la Policía no quiso realizar comentarios sobre el incidente, sí explicó que los oficiales recibieron instrucciones de que podían detener a a las personas que evitaban las cámaras "según su juicio".
Varios testigos aseguran que vieron como algunas personas fueron detenidas después de que se cubriesen las caras ante las cámaras
Todo ello a pesar del comunicado emitido por la propia Policía, en el que aseguraban que "cualquier persona que se niegue a ser escaneada no necesariamente será vista como sospechosa". Sin embargo, varios testigos, según asegura el medio inglés, aseguran que vieron como algunas personas fueron detenidas después de que se cubriesen las caras ante las cámaras. El futuro ya está aquí, y no parece muy alentador.
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