"En 2015 España sufrió 134 ataques a infraestructuras críticas de nuestro país. En 2016 se produjeron casi 500 y en 2017 alcanzaremos los 700 incidentes". Son declaraciones de Fernando Sánchez, director del Centro Nacional para la Protección de Infraestructuras Críticas (CNPIC), que depende del Ministerio del Interior.
Las estructuras críticas son aquellas de interés prioritario para un país. Hablamos de empresas energéticas, agua, banca, sanidad, transporte, seguridad, Gobierno...
El CNPIC se encarga de anticiparse, y en el peor de los casos repeler, cualquier tipo de ataque que amenace este tipo de infraestructuras. Y no es cosa baladí. Los ataques informáticos a este tipo de instalaciones han crecido un 420% en los dos últimos años.
Es necesario que se establezca una legislación internacional para perseguir este tipo de delitos sin cortapisas de ningún tipo"
"Lo más importante es compartir información, esa es la clave para luchar de forma más eficaz contra los ciberataques a infraestructuras. En España el sector privado colabora, pero aún hay cierta negativa a desnudarse demasiado por miedo a que dañe la reputación. Es un sector cerrado. Podemos mejorar mucho", manifiesta Sánchez.
La colaboración de la empresa es capital para mejorar la defensa y prevención frente a los ciberataques a las infraestructuras críticas, más aún si se tiene en cuenta que el 80% de este tipo de servicios está en manos de corporaciones privadas.
Además, Sánchez asegura que los ataques no sólo se producen en mayor proporción, sino que han ganado mucho en sofisticación. "Los ciberdelicuentes están donde se encuentran las personas. Ahora nuestra vida, o gran parte de ella, esta en internet. Son los mismos delincuentes que operan en el mundo real, lo único que hemos hecho es añadir la palabra 'ciber' a determinadas palabras. Esto ha provocado que cada vez haya más ataques y, como se toman medidas, que esto sean cada vez llevados a cabo con mayor complejidad".
DAES, especializada en ciberterrorismo
La guerra que se libra en suelo físico en centenares de países de todo el mundo es una realidad también en internet, donde cuerpos especializados en ciberterrorismo y ciberguerra se baten el cobre con terroristas del Daes que cuentan con personas infiltradas en la red cuyo objetivo es atacar infraestructuras capitales para el funcionamiento normal de un país.
De hecho, muchos de los ataques terroristas que se logran frenar son, según Sánchez, "gracias a estos cuerpos, que trabajan todo el día sin descanso".
"Es una guerra que ya se libra. Recibimos ataques terroristas, de tipo hacktivista, con fines económicos... Y también hay ataques propios de ciberguerra. No puedo decir de qué países provienen esos ataques pero sí que hay un vacío muy importante en términos de regulación. Es necesario que se establezca una legislación internacional para perseguir este tipo de delitos sin cortapisas de ningún tipo", explica Sánchez.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación