Este experimento ha sido desarrollado bajo el nombre de Touchable Memories por la agencia española LOLA para una compañía con sede en Singapur que se llama Pirate 3D. Igual que la escritura braille se inventó para que las personas invidentes pudieran tener acceso a la lectura, este método nuevo pretende extenderlo a un mundo que les había permanecido vedado hasta ahora: el de las imágenes.
Se trata de poner en relieve los recuerdos familiares o los momentos más satisfactorios de nuestra vida. Es verdad que está destinado a los ciegos que han tenido en algún momento breves experiencias visuales, porque es necesario que el recuerdo visual permanezca en el cerebro para poderlo disfrutar con las manos después. Se trata, desde luego, de un campo no explorado pero que sin duda va a dar muchas satisfacciones emocionales a las personas que ya no pueden ver. Imagino que también a los ciegos de nacimiento que recreen de igual forma con sus manos, lo que han vivido hasta el momento.
La impresora se llama Buccaneer y, aunque se presentó en Singapur hace unos meses, ahora le toca el lanzamiento mundial. Fueron cinco personas de diferentes países las que han dado forma y vida al proyecto: Gabor, Mario, Meritxell, Yassine y Daniela. Los cinco perdieron la visión de forma gradual, no son ciegos de nacimiento. Y los cinco coincidían en una cosa: tenían recuerdos concretos y muy vívidos de momentos especiales de sus vidas. Un documental realizado por el brasileño Marco Aslan narra esos momentos especiales de sus vidas y se puede ver en la web de Pirate 3D.
[singular-iframe src='http://player.vimeo.com/video/109041102?color=f00004']
Una impresora sencilla, pero muy tecnológica
Lo que se demuestra con esta aplicación de las impresoras en 3D es que pueden sernos de gran utilidad con cosas muy personales y que pueden enriquecer nuestra vida cotidiana aportando experiencias nuevas y satisfactorias.
“La gente cree que la tecnología de las impresoras en 3D no está preparada para que las utilicemos en casa, pero nosotros estamos totalmente en desacuerdo”.
Desde luego, la Buccaner está diseñada con gusto, permite el almacenamiento en la nube y está hecha de plástico biodegradable y es de una sola pieza, con lo que su manejo resulta muy sencillo. El CEO de Pirate3D, Roger Chang, afirma que “La gente cree que la tecnología de las impresoras en 3D no está preparada para que las utilicemos en casa, pero nosotros estamos totalmente en desacuerdo. Hemos construido este modelo tan intuitivo y accesible que se puede utilizar las veces que el consumidor quiera. Hemos demostrado que cuando a la tecnología se le da un propósito concreto, enriquece nuestras vidas”. Desde su irrupción en el mercado, la empresa Pirate 3D ha incrementado su valor desde los 100.000 al 1.500.000 dólares.
Como dice Elsa Punset, si fuésemos capaces de fijar en el cerebro al menos durante 20-30 segundos lo mejor que nos ha pasado durante el día... cambiaríamos nuestra manera de ser y de mirar al mundo hacia lo positivo y optimista.
Si un ciego puede sentarse un par de minutos y tocar el abrazo con su hijo pequeño, la cara de la que fue su madre, las manos entrelazadas con las de su pareja... Le dedicará más de los 20 segundos que aconseja Elsa y, desde luego, proyectará una imagen del mundo mucho más feliz. Todos deberíamos sentarnos un minuto al menos y ver cosas que nos produzcan sensaciones de amor, gratas y divertidas. Seguro que mejorábamos el mundo.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación