La familia Döttling, natural de la ciudad alemana de Sindelfingen, construye y comercializa cajas fuertes desde 1919, y ya van cuatro generaciones. Las tienen de todo tipo, sin embargo, han alcanzado fama mundial las que con esmero realizan a partir de piel, madera y metales nobles. Porque, desde hace relativamente poco tiempo, esta empresa ha entendido que la caja fuerte puede ser también un elemento de decoración, es decir, nada de esconderla tras un cuadro.
Aseguran fuentes de los Döttling que el proceso de fabricación de sus cajas fuertes mantiene las premisas del bisabuelo Ernest: un equipo formado por cerrajeros, pintores, decoradores, finos ebanistas y, sobre todo, por expertos en seguridad que, con una coordinación precisa, generan los productos de manera artesanal.
En su catálogo se encuentran modelos inspirados en los cofres que utilizaban los Medici para guardar sus objetos de valor hasta, con aire más moderno, alguno en los que ha colaborado el mismísimo Karl Lagerfeld.
Pero nos quedamos, de las cajas fuertes Döttling, con la Fortress. Aquí van sus datos: está forrada con una piel de becerro seleccionada de calidad máxima (eso quiere decir que se han despreciado decenas de candidatas), presenta distintos huecos para diversificar joyas, relojes, documentos, etc. y, en el apartado de seguridad, sólo se sabe que cuenta con una alarma antirrobo silenciosa y un control mediante el que cada estancia de esta fortaleza se gestiona de manera individual.
¿Tus puros valen más que tu colección de coches? La Fortress también dispone de un espacio especial para ellos, con humidificador y sensores de temperatura y presión del aire.
¿Tus relojes necesitan los mayores mimos? Los huecos dedicados disponen de un software que permite programar el sentido de las rotaciones de cada uno, para que se mantengan en funcionamiento como el primer día.
Escasas especificaciones y detalles en torno a su seguridad, pero es que ése es su principal valor. Eso sí, el fabricante no duda en asegurar que es una de las cajas fuertes más seguras del mundo. Tanto es así que viene de serie con un seguro de cobertura de un millón de dólares.
No corras a encargar una porque su producción es una edición limitada y exclusiva, y ya están adjudicadas. Tendrías que haber abonado 128.000 dólares, como cada uno de los diez afortunados que ya la disfrutan.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación