Tienen las funciones propias de un reloj digital avanzado, como calendario, cronómetro o alarma, pero además, incluyen muchas funciones propias un entrenador personal, con la ventaja de que no se pone borde cuando no logras ciertos registros o no te esfuerzas demasiado. En general, estos relojes miden la distancia recorrida, el ritmo cardiaco, las calorías quemadas y te proponen objetivos, por ejemplo. Para ello, disponen de conectividad GPS o se alían con un sensor-cinta que se acopla al pecho para la citada medición de las pulsaciones. Al final de cada carrera o entrenamiento, almacenan los datos y los puedes volcar en un ordenador para conocer tu evolución. Veamos cinco interesantes modelos:
Adidas miCoach Smart Run: también para escuchar música
Es una novedad de última hora de la famosa marca deportiva. Su pantalla táctil y a color muestra los recorridos que haces gracias al GPS incorporado, la velocidad que logras e informa de las pulsaciones de tu corazón. Pero, como detalle peculiar, puedes escuchar música a través de él así como recibir instrucciones de entrenamiento mediante un trainer virtual. No precisa cables, cintas o sensores adicionales. Por ejemplo, para registrar el ritmo cardiaco, utiliza tecnología óptica desde la propia muñeca, mientras que su reproductor MP3 inalámbrico con bluetooth se puede aliar con unos auriculares con dicho protocolo y transmitir la música, como decimos, sin cables. Por si fuera poco, este reloj cuenta con conectividad WiFi, por lo que puedes descargar sus datos a un ordenador sin, de nuevo, cables que molesten. Ya a la venta, su precio es de 399 euros.
TomTom Runner: facilidad al poder
Esta firma, que debe su prestigio a los fantásticos navegadores, aterriza en el mundo de los relojes-monitores de actividad física. Y lo ha hecho pero que muy bien, con dos modelos ligeros, completos, muy fáciles de usar y con un precio competitivo. Para gestionar sus múltiples funciones (crono, distancia, calorías, etc.) sólo hace falta un botón, el que ves bajo su gran pantalla que, por cierto, se ve perfectamente aunque te encuentres bajo un Sol de justicia. A modo de resumen, comprenden tres modos de funcionamiento: Carrera, para medirte en comparación con tus mejores marcas o la carrera más reciente; Objetivo, mediante el que define un desafío en cuanto a distancia, tiempo o calorías y el reloj te muestra el progreso hasta conseguirlo; y Zona, con un reto como el anterior pero, en este caso, en función del ritmo o frecuencia cardiaca. A partir de tus ‘hazañas’, te muestra la información a base de gráficos. El modelo Runner (169 euros) es especial para corredores, mientras que el Multi-Sport (199 euros) incluye todas las características del anterior y, además, añade otras para la práctica de bicicleta y natación.
Garmin Forerunner 620: mide el oxígeno
Con pantalla de 1 pulgada a color y táctil (manejable también con guantes), este reloj se puede sumergir hasta 50 metros bajo el agua por lo que, por descontado, resiste el sudor, la lluvia y la ducha tras la carrera. Aparte de medir la distancia, calorías, latidos, etc., su ‘toque gadget’ reside en el llamado sistema VO2 max, que estima el volumen máximo de oxígeno (en mililitros) que consumes por minuto y por kilogramo de peso corporal en el rendimiento máximo. Entonces, si el VO2 max asegura que tu capacidad aeróbica va en aumento, es que hace lo mismo tu condición física. Además, te informa del índice de recuperación, para conocer cuánto tiempo debes esperar antes de iniciar otra sesión de entrenamiento intensa. Todo este ingenio tecnológico cuesta 399 euros.
Nike+ Sportswatch TomTom: también para el gimnasio
Sirve tanto para correr en exteriores como en interiores (cinta). Si se trata del primer caso, su GPS identifica dónde estás, el recorrido, el tiempo cronometrado, ritmos y distancia; si corres en máquina de gimnasio, un acelerómetro genera los mismos datos. Su pantalla es táctil con el fin de marcar las vueltas (si es una pista o circuito urbano) así como para iluminar su fondo de datos. En la propia correa incluye un conector USB que sirve tanto para cargar la batería como para volcar los datos en un ordenador. La página web que lleva asociada este reloj es una auténtica delicia para conocer recorridos y desafiar, siempre con sentido deportivo, a otros usuarios de este Nike+. 149 euros.
Polar RS300X: para corredores amateurs
Polar es una de las marcas con más experiencia en este tipo de relojes deportivos. Hemos elegido este modelo porque se adapta a las necesidades de un corredor amateur. Con él en la muñeca, conocerás lo que con los otros, distancia, calorías quemadas, etc., pero este Polar te aconsejará acerca de la intensidad de entrenamiento que debes llevar en cada momento. Además, el llamado Fitness Test mide tu condición aeróbica en periodos de reposo y te informa de tu evolución. Por lo demás, su pantalla es muy personalizable, lo que es de agradecer, porque demasiados datos a la vista mientras corres, abruman. 115 euros.
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