Google quiere aportar su granito de arena al cambio climático. La irrupción de las energías sostenibles ha revolucionado por completo el mercado, hasta el punto de que las grandes compañías como Cepsa o Repsol han dirigido tanto su dinero, como sus esfuerzos a tratar de ser pioneros dentro de este sector. Coches eléctricos, paneles solares, molinos de vientos... Un sinfín de fuentes de energías renovables que poco a poco están cambiando las reglas del juego, a pesar de los elevados costes que tiene su instalación y su correcto funcionamiento.
El cambio generacional de la energía está teniendo un crecimiento lento, debido a los costes y al recelo de la ciudadanía ha dar el salto a los paneles solares. Ante esta disyuntiva que se le presenta al sector como un inconveniente en el camino, las empresas han tratado de realizar proyectos para optimizar y sacar rentabilidad a este tipo de energía. El precio de un panel solar a nivel nacional suele variar entre los 50 y 400 euros y, por el momento, la instalación y la seguridad de abastecer con la energía necesaria una casa no está asegurada.
Aquí es donde entra en juego Google. La empresa ha lanzado una herramienta basada en la Inteligencia Artificial (IA) y en el aprendizaje automático, la cual permite calcular el potencial y la rentabilidad solar de los tejados de 320 millones de edificios en 40 países, entre ellos España. Dicha aplicación abre un nuevo horizonte para el sector, ya que tendrán la posibilidad de seleccionar aquellas zonas donde los paneles solares salen más rentables y tienen resultados más óptimos para comercializar con este energía renovable.
Esta es una de las tres API (interfaz de programación de aplicaciones) que el gigante tecnológico ha puesto este martes a disposición de los usuarios en Google Maps con información sobre energía solar, calidad del aire y niveles de polen y con las que busca ayudar a combatir el cambio climático.
En 2015, Google lanzó en Estados Unidos el proyecto Sunroof con el buscaba fomentar el uso de la tecnología solar ofreciendo datos sobre el potencial de energía solar de una zona y el consiguiente ahorro económico.
Ahora, ofrece API Solar, que usa recursos cartográficos y de computación y ofrece datos detallados sobre el potencial de generación solar en los tejados de más de 320 millones de edificios de 40 países, desde Estados Unidos a Francia, España o Japón.
Para hacer estos cálculos, han "entrenado" un modelo de IA para extraer información en 3D sobre la geometría de los tejados a partir de imágenes aéreas y tienen en cuenta, además, información detallada sobre arbolado y sombras y otros factores como series meteorológicas históricas de la zona o el coste de la energía, según Google. Así, API Solar permite a instaladores y usuarios saber cuánta radiación reciben los edificios y cuál es su potencial de ahorro energético.
Predecir concentraciones de contaminante
Por otra parte, la compañía ha construido sobre la plataforma Google Maps Air Quality API, que facilita datos de la calidad del aire, mapas de calor de contaminación y detalles sobre contaminantes en más de cien países, entre los que también está España. Esta herramienta valida y organiza cada hora varios terabytes de datos procedentes de múltiples fuentes (estaciones de monitarización estatales, sensores y satélites) creando un índice con información local y universal.
Parte del cálculo implica examinar la información de tráfico en tiempo real dando sentido a los datos sobre congestión y volumen de vehículos en una determinada zona, según Google, que ha señalado que gracias al aprendizaje automático, pueden predecir cuál será la concentración de distintos contaminantes en una zona en un momento dado.
Niveles de polen
Ante la proliferación de plantas productoras de polen debido al incremento de las temperaturas y las emisiones de gases de efecto invernadero, Google ha desarrollado Pollen API, que facilita información actualizada sobre los niveles de polen para las causas de alergia más comunes en más de 65 países, entre los que está España.
Esta herramienta proporciona datos localizados sobre el número de partículas de polen, vistas en forma de mapas de calor, información detallada sobre plantas productoras y consejos prácticos para que las personas alérgicas limiten su exposición.
La tecnológica ha usado aprendizaje automático para identificar dónde se encuentran determinadas especies de plantas productoras de polen, información que combina con los patrones de viento locales para calcular la estacionalidad y la cantidad diaria de partículas de polen, así como para predecir cómo será su propagación.
"Con estas tres nuevas API, las empresas tienen a su disposición una información medioambiental completa y actualizada con la que pueden desarrollar productos más sostenibles y ayudar a la población a adaptarse a los efectos del cambio climático", ha subrayado desde Google.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación