El funcionamiento es medianamente sencillo y similar al que realizamos todos los días con una impresora de papel estándar: a través de un ordenador y un software específico, creas o diseñas un objeto. Esa información pasa a una impresora 3D que, en este caso, se ocupa se generarlo físicamente a partir de la inyección de un determinado material. Lo hace capa por capa, desde su lado inferior al superior, como si un alfarero fuera modelando una vasija. Al cabo de unos pocos minutos, tienes la pieza en tu mano.
La impresión 3D es especialmente útil para crear prototipos o muestras de objetos como paso previo a su producción en serie. Está muy asentada en los ámbitos industriales del mundo del motor, sector aeroespacial, en el de la arquitectura para crear maquetas, en el de la joyería, etc.
Por ejemplo, imagina que tienes una empresa especializada en pen drives y has llegado a un acuerdo con Disney para utilizar las imágenes de Mickey Mouse, El Rey León, Toy Story, etc. para dichas unidades de memoria. En el ordenador defines el modelo con el cuerpo de Mickey, lo trasladas a una impresora 3D y, una vez que la pieza está esculpida, consigues un prototipo a partir del cual podrás valorar si su tamaño o peso son adecuados o, al contrario, precisa algunas correcciones. Como decimos, de verlo en pantalla a tenerlo en la mano no son más de 5 minutos.
Modelos variados
El software de creación es decisivo, pero cabe decir que la propia Google propone su SketchUp, fácil y eficaz. Por otra parte, el material que se inyecta, el que va a conformar el objeto, suele ser plástico ABS o filamento PLA. A continuación repasamos las impresoras 3D más populares del momento. Sí, lamentablemente, para un ámbito doméstico, son caras:
MakerBot Replicator 2 - Utiliza filamento natural PLA, que es un bioplástico renovable y que consume poca energía. 1.700 euros.
EntresD 3D Up Mini - Destaca por su facilidad de uso y por ser capaz de generar objetos diseñados mediante programas 3D CAD. 872 euros.
Afinia3D H-Series - De las más asentadas en los entonos de diseño e industriales. 1.219 euros.
Mbot Cube 3D Printer - Puede imprimir en dos colores a la vez. 762 euros.
Airwolf 3D Printer AW3D V5 - Como curiosidad, prácticamente todas las piezas que la conforman puede realizarlas… ella misma. 1.293 euros.
Cubify Cube 3D Printer - Puede recibir los archivos mediante WiFi. Desde 1.198 euros.
Lo mejor es que veas cómo trabaja una impresora 3D; sigue este link y verás la EntresD 3D Up Mini en acción:
https://youtube.com/watch?v=_a6OOy7rG1M%3Frel%3D0
Por cierto, el proyecto OpenReflex ha creado una cámara réflex de película (nada de digital), totalmente operativa y funcional, mediante la impresión 3D. Le puedes incorporar objetivos de cualquier montura y, atención, sólo cuesta 25 euros.
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