Facebook ha presentado una denuncia contra una compañía neozelandesa que utilizaba la red social Instagram, también propiedad de Facebook, para vender servicios de 'likes', visualizaciones y seguidores falsos, y ya ha procedido a suspender sus cuentas.
La denuncia, presentada en un tribunal federal de Estados Unidos por Facebook, tiene el objetivo de "mandar el mensaje de que este tipo de actividad fraudulenta no está tolerada en nuestros servicios", según la responsable de Gestión de Plataforma y Litigaciones de Facebook, Jessica Romero, en un comunicado de la compañía.
La compañía neozelandesa denunciada por Facebook, integrada por tres personas, utilizó diferentes compañías y sitios web para la venta de servicios falsos de interacción a cuentas de Instagram.
Aviso de cierre
Facebook asegura que la compañía acusada continuó su actividad a pesar de haber recibido un aviso de que iba en contra de las políticas de uso de Instagram, por lo que procedió a eliminar sus cuentas en la red social.
La demanda solicita al tribunal que impida que los acusados reciban beneficio de la venta de 'likes', visualizaciones y seguidores falsos en Instagram, tanto por infringir sus términos de uso como por violar las leyes del estado de California (Estados Unidos) contra el fraude y el abuso informático.
Facebook ha asegurado que "el contenido no auténtico no tiene sitio" en su plataforma, y desde la compañía han recordado que dedican "una importante cantidad de recursos a detectar y frenar este comportamiento", desde el bloqueo de las cuentas al uso de técnicas de aprendizaje automático.
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