Decía Steve Jobs, el fundador de Apple, que “muchas veces la gente no sabe lo que quiere hasta que se lo enseñas”, pero parece que en Cupertino no acaban de dar con la tecla para que el iPhone vuelva a la senda que convirtió a la empresa en un cohete en bolsa y una religión para sus clientes. IDC ratifica en un informe publicado recientemente lo que ya se sospechaba. Las ventas del iPhone caerán durante un año entero por primera vez en su historia. Concretamente, la consultora asegura que “todas las señales apuntan a que 2016 será el primer año en que se produzca esta situación”.
Se trata de un hecho trascendental para la compañía, ya que la venta del iPhone supone el 60% de sus ingresos, una cifra que sobrepasa el 75% si se añade todo el ecosistema que acompaña al terminal (música en iTunes, aplicaciones, accesorios, etcétera), lo que da una idea de la importancia que tiene para Apple recuperar la salud de este modelo.
A finales de octubre pasado la compañía arrojó unos ingresos de más de 46.800 millones de dólares y unos beneficios de 9.000 millones de dólares, por los 51.500 millones de ingresos y 11.000 millones de beneficios obtenidos en el mismo periodo del año anterior. Y en este descenso gran parte de culpa la tuvo el iPhone, ya que en el mismo trimestre de 2015 se comercializaron 48.000 unidades frente a las 45.500 del mismo periodo de 2016.
Móviles chinos, uno de los problemas
Para los analistas el motivo de este descenso se encuentra, por una parte, en el hecho de que el mercado de la telefonía móvil es cada vez más maduro y, por la otra, en la entrada de muchos más actores a un mercado en el que Apple campaba casi en solitario. La firma norteamericana era hasta no hace demasiado casi la única que se centraba en fabricar terminales de alta gama. Ahora sin embargo enseñas chinas como Meizu o Xiaomi, por poner dos ejemplos, fabrican terminales capaces de competir en prestaciones con los iPhone pero a un precio mucho más contenido. Otro motivo se encuentra, según fuentes del sector, simple y llanamente en que todos los productos tocan su techo de comercialización, caso que podría ser el del iPhone.
Que a perro flaco todo se le vuelven pulgas es un aforismo que, en este caso, no se puede aplicar a Apple. De hecho es paradójicamente su principal competidor quien le ha insuflado un pequeño balón de oxígeno. La retirada el Samsung Galaxy Note 7 -rival directo del iPhone 7- debido a los problemas de batería denunciados por muchos de sus usuarios, podría permitir a Apple ganar un poco de tiempo para revertir una situación que se antoja histórica. Y es que desde 2007, cuando se presentó el primer iPhone, la firma californiana jamás había sufrido un año entero de decrecimiento en las ventas de este terminal.
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