De repente, no encuentras el móvil. Estás en casa, pero no sabes si lo has perdido dentro de ella -no es entonces un problema mayor-, o si se ha caído en el autobús en el que volviste a casa -sí es un problema mayor-. ¿Y si no lo he perdido y me lo han robado? Antes de seguir haciéndote preguntas, es mejor pasar a la acción para que la cosa no vaya a mayores. Llegados a este punto, te proponemos algunos pasos a seguir para no llevarte sustos.
1.- El paso más evidente -seguro que ya has pasado por esto- es llamarte a ti mismo. Se pueden dar dos supuestos. Que el teléfono se escuche y esté en tu casa -problema solucionado- o que se encuentre en silencio y no sepas dónde está.
2.- Lo importante ahora, en el caso de que no suene, es saber si está en casa o fuera de ella. De ahí que el segundo paso sea consultar el historial de localizaciones.
Tanto Android como Apple disponen de la posibilidad de manejar en remoto nuestros dispositivos a través de cualquier ordenador de mesa, pudiendo bloquearlos o ver exactamente dónde se encuentran y si se están moviendo. Es algo que deberás haber habilitado en el teléfono previamente, así que si no lo has hecho, asegúrate de validar estas opciones. Es algo muy sencillo de hacer tanto en teléfonos Android como Apple.
Son consejos que dan algunos fabricantes de telefonía móvil, caso de Wiko, que ha lanzado recientemente también una guía en la que explica qué hacer en el caso de pérdida o robo del equipo. Pero sigamos con el procedimiento que planteamos.
3.- Si el terminal aparece en casa, no queda otra que iniciar una búsqueda en profundidad en el hogar. Si está fuera de él o no lo sabemos porque no teníamos activadas las funciones de búsqueda, tocará bloquear el equipo y denunciar su pérdida.
4.- Este bloqueo se puede realizar a través del IMEI, el código de identificación del móvil, que podrás encontrar en la caja del equipo o también en el menú de configuración del teléfono -sé previsor y tenlo apuntado siempre a buen recaudo-.
Con el IMEI, llama al operador que tengas contratado y comunícale lo que te ha pasado para que inutilicen el equipo. De todas formas, el bloqueo del móvil no es suficiente. Pueden extraer tu tarjeta y llamar desde otro teléfono, así que asegúrate de que además de bloquearte el dispositivo dan de baja la línea -podrás recuperar el número más adelante-.