Si te preocupa el aislamiento y no eres un anacoreta, si desde dentro de tu alma sientes que si quieres sentirte parte de la sociedad actual, si quieres tener muchos amigos (aunque no quedes con ninguno) y participar de lo que sucede (aunque sea sin moverte de casa), entonces, te ayudamos a que te pongas las pilas.
Si por el contrario eres de los que cuando viaja a Hawaii lo único que le preocupa es tener WiFi en el hotel y lo peor que puede pasarte es que el móvil no funcione, entonces eres de la tribu y seguramente ya conocerás los términos de los que vamos a hablar. Aún así, lo bueno de este artículo es que conocerás tu diagnóstico cuando vayas a consultar al especialista y podrás hablarle de tú a tú.
Para tener controlado tu FOMO, ahí van varias cosas last de lo last:
- Twine: ¿Quieres ligar con alguien listo? Esta es tu app. Aquí no ves las fotos porque están desenfocadas. Pero teniendo en cuenta que la mayoría de la gente pone fotos falsas, o en el mejor de los casos verdaderas, pero de hace 20 años… Quizá sea mejor contactar con un físico cuántico o con un friki de las pirámides, si es lo que te interesa. Tendréis de qué hablar.
- El YotaPhone: Está a punto de salir al mercado en España y es un Android de doble pantalla y de tinta electrónica. Consume mucha menos energía y se lee como si fuera un libro.
- CookFlat: ¿Te atreves a bucear en un país a través de su cocina? Esta es una nueva manera y mucho más auténtica de viajar: comer en casas de particulares que seguro no van a recibir la visita del Chef Ramsey (lo laman gastronomía social).
- Farm lit (Literatura de Granja): Todo un género que arrasa. El argumento siempre es igual: moderno que abandona la ciudad y abraza la naturaleza y la vida en el campo. Lo que un amigo mío denomina, con mucha sabiduría, “agropop”.
Claro que también queda el recurso de exclamar que vosotros padecéis de JOMO (Joy Of Mising Out), es decir, alegría y gozo por ser ignorantes de lo que se lleva. Recuerdo cuando en los 80 se hablaba de “teleadictos” y los listillos decían que era una tontunada porque bastaba con apagar el televisor. A ver cuántos de los que estáis leyendo os atrevéis a apagar el móvil o el ordenador. Ejem.
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