Nokia ha decidido recuperar un terminal que en su día fue un bombazo en términos de ventas y que en el Mobile World Congress está siendo visitado -la finlandesa ha puesto varias unidades de muestra en su stand- de forma muy intensa por los asistentes.
De hecho, hemos pasado por delante de él cuatro o cinco veces y para conseguir toquetearlo hemos tenido que esperar siempre varios minutos, dada la expectación que ha levantado su presencia.
El eNokia 3310 tiene aparentemente dos públicos: los amantes de lo vintage o aquellos otros que buscan un dispositivo seguro. Hace años Emilio Botín, presidente del banco Santander, utilizaba un terminal de estas características. Y no sólo él, sino cualquier persona preocupada por la seguridad.
Los motivos de que el 3310 sea más seguro que un smartphone no son otros que una la pírrica conexión a la red de datos con la que vienen (es GPRS, por lo que la navegación se hace eterna y en muchos sitios será imposible entrar) y un sistema operativo diferente al de Android y Apple, denominado S30+, que es muy difícil de vulnerar.
De esta forma quienes poseen dispositivos de este tipo lo usan en las llamadas y comunicaciones más críticas y suelen contar con otro equipo, con una conexión a Internet más potente -lo que viene siendo un smartphone- para tareas menos sensibles.
Es también digna de mención su autonomía. Desde el fabricante aseguran que el teléfono se puede utilizar durante 22 horas seguidas en el caso de las llamadas. Estos tiempos se extienden hasta el mes cuando el teléfono está en modo stand by.
La práctica ausencia de datos en el Nokia 3310 es precisamente lo que le brinda dos puntos muy interesantes. El primero es su precio, que es de 50 euros. La carencia de conexión a Internet ha reducido mucho su coste, dado que no es necesario integrar una pantalla de gran calidad, al no navegar prácticamente por Internet. Tampoco se requiere un procesador con mucha potencia, ni demasiada memoria RAM ni ROM -cuenta con ranura para tarjetas de memoria SD-. Todo esto abarata mucho su producción.
Toma de contacto con el 3310
Cuando se tiene el equipo en la mano se recuperan sensaciones del pasado. Es más ligero que los teléfonos actuales, dando la sensación de ser una maqueta, y su menú es de lo más sencillo.
Viene con las clásicas teclas para avanzar o ir para atrás en las pantallas del terminal y su pantalla, a color, no ofrece, ni de lejos, la calidad actual de los smartphones.
Cuenta con una cámara trasera de dos megapíxeles de calidad y básicamente permite llamar, enviar mensajes, escuchar la radio o música y enviar SMS. Olvídate de Whatsapp, y también del GPS, porque no lleva, pero se puede jugar al Snake, y eso ya es mucho.
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