Además de la contaminación por el tráfico y las calefacciones, aunque menos frecuentes pero más inquietantes, son los riesgos derivados de eventos químicos, biológicos, radiológicos y nucleares (NRBQ) por diversas causas, cuyos agentes contaminantes se dispersan fácilmente y son difíciles de controlar, poniendo en peligro la vida de las personas y el medio ambiente.
Un equipo de investigadores españoles de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) dirigido por el profesor José Luis Pérez Díaz, con financiación de la Comisión de la Unión Europea, ha desarrollado un dispositivo que elimina o minimiza la contaminación del aire en espacios cerrados o abiertos.
Es el primer sistema que genera una niebla capaz de hacer colapsar y precipitar las partículas contaminantes que se encuentran en el aire, evitando su dispersión descontrolada y descontaminándolo rápidamente, según la UAH.
Esta tecnología da una respuesta rápida a la contaminación por agentes químicos, biológicos, radiológicos y nucleares, y también para las micropartículas del humo"
“Esta tecnología denominada Counterfog da una respuesta rápida contra todo tipo de agentes aéreos incluidos los NRBQ, así como las micropartículas sólidas del humo generado por los motores diésel o las producidas en un incendio”, informa a Efe el ingeniero Pérez Díaz, profesor del departamento de Teoría de la Señal y Comunicaciones de la UAH.
“Counterfog elimina las partículas, esporas o bacterias pequeñas y nocivas del aire en pocos minutos, utilizando agua y aire comprimido, aunque en determinados casos se debe añadir un catalizador (sustancia que acelera o retarda una reacción química)”, según sus desarrolladores.
Desarrollado en primer lugar para limpiar y descontaminar el aire protegiendo así a las personas, este método se inspira en el mecanismo que emplea la atmósfera para autolimpiarse y que se relaciona con el agua: llueve y los elementos contaminantes desaparecen porque el aire se limpia.
Cono de niebla que lava el aire
“Counterfog emplea una boquilla especialmente diseñada a la que se le suministra aire comprimido y agua potable que, al expulsarlos, forma un cono de niebla que es capaz de atraer el aire de alrededor y mezclarse con éste”, explica Pérez Díaz.
El sistema genera un chorro de niebla hecha de gotas de líquido del tamaño de micras (millonésimas de metro), las cuales colisionan con las partículas nocivas presentes en el aire, que pueden ser bacterias o esporas, partículas de polvo –potencialmente radiactivo- o simplemente humo, las agregan a las gotitas y caen, o bien se adhieren a las superficies, donde luego se pueden tratar de una manera controlada, según informa este experto.
El sistema Counterfog emplea una boquilla especial a la que se le suministra aire comprimido y agua potable y que, al expulsarlos, forma un cono de niebla capaz de atraer el aire, eliminando sus contaminantes"
“En caso necesario, Counterfog puede dispersar micropartículas catalíticas en el aire y descomponer sustancias químicas que se encuentren en estado gaseoso, y puede aplicarse con otros líquidos, como el agua oxigenada, mostrándose efectivo para la desinfección de superficies y objetos”, apunta este ingeniero.
“En espacios confinados, como los interiores de edificios o túneles, el cono generado por las boquillas va absorbiendo el aire a su alrededor y depurándolo, tanto más rápidamente cuantas más boquillas estén funcionando simultáneamente”, señala.
“Cuando hay un foco de contaminación puntual o una situación de campo abierto, lo más efectivo es disponerlas lo más cerca posible de la fuente, generando una especie de cortina de niebla que hace de barrera. Esto puede ser especialmente útil en caso de confinamiento de humo o nubes tóxicas”, explica Pérez Díaz.
“Si los contaminantes están dispersos lo más eficiente es entonces proteger con esta niebla las zonas donde se encuentren las personas evitando que respiren la contaminación”, explica.
Descontaminación rápida y a gran escala
Este sistema es económico, porque solo utiliza agua y aire comprimido, puede aplicarse a gran escala y mediante unidades móviles y permite dispersar, además, otros descontaminantes y desinfectantes, porque el tamaño óptimo de las gotas de niebla minimiza el volumen de los residuos que se recogerán posteriormente, de acuerdo a los creadores de Counterfog.
También explican que los efectos de este sistema en un lugar cerrado son efectivos unos minutos después de activarlo, mientras que en campo abierto puede hacer falta su activación continua para crear una barrera que impida la difusión de una nube tóxica.
Esta tecnología puede instalarse en un edificio o industria con un sistema de activación manual o automática, o alimentarse por medio de tuberías flexibles de maquinaria portátil preparadas para un despliegue rápido, por ejemplo a bordo de un camión.
Estudiamos su aplicación en hospitales, centrales nucleares, estaciones o aeropuertos, así como su empleo en minas, barcos y otros espacios confinados, para eliminar el humo de incendios"
“Así se puede utilizar para confinar una fuente contaminante dondequiera que se encuentre: en un incendio, un escape de gas o radiactivo, o ante un posible ataque terrorista con agentes biológicos o químicos, como ocurrió en el metro de Tokio en 1995 donde liberaron gas sarín”, según Pérez Díaz.
Añade que Counterfog “puede ser vital durante un incendio por su capacidad para controlar el humo, evitando su diseminación y enfriándolo, por lo cual es aconsejable instalarlo junto al sistema de protección contra incendios, para que se ponga en funcionamiento en cuanto detecte la presencia de humo”.
La instalación permanente de este sistema en grandes ciudades, tanto en interiores como en exteriores, podría ser una forma efectiva de limpiar el aire contaminado y contribuir a proteger el medio ambiente y la salud, según sus creadores.
“Pensada inicialmente para minimizar el impacto de la dispersión en el aire de agentes NRBQ, esta “niebla que lava el aire” también puede servir para intervenir en vertidos industriales o accidente de transporte de materiales peligrosos, y para limpiar el aire de dióxido de nitrógeno y de partículas en suspensión procedentes la combustión de gasoil. e incluso puede eliminar nieblas persistentes, que afectan enormemente al tráfico aéreo y rodado”, asegura Pérez Díaz.
Añade que están estudiando su aplicación como instalación fija en edificios de hospitales, centrales nucleares, estaciones o aeropuertos, así como su empleo en minas, barcos y otros espacios confinados para eliminar el humo de incendios y también en fábricas, industrias químicas y vehículos que transporten mercancías peligrosas.
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