"¿Alguien tiene un cargador?". Todos en algún momento hemos hecho esta pregunta cuando el nivel de batería de nuestro teléfono estaba a punto de convertirse en una franja milimétrica. La respuesta, generalmente, es otra pregunta, "¿De iPhone o del otro?". Ahora responder a esta segunda cuestión va a ser un poco más complicado. La que durante años ha sido la conexión de referencia en equipos con Android, conocida como microUSB, tiene los días contados, y no es compatible con el nuevo estándar.
En el Mobile World Congress se anticipan las tendencias para los próximos años, y la desaparición de las conexiones microUSB es ya prácticamente un hecho. Todos los lanzamientos de dispositivos que presenciamos durante el evento hacían gala de la nueva conexión que reinará en los próximos años, y que ha sido bautizada como USB Type-C. Huawei así lo dejó patente con su modelo P10, LG con el G6, Sony Xperia con el XZ, Lenovo con el Moto G5... Todas las marcas, tanto en la gama alta como en la gama media y baja, apuestan mayoritariamente por la conexión USB Type-C en detrimento del conector microUSB.
Este cambio tecnológico, que no es estructural pero sí importante, se produce porque los teléfonos necesitan nuevas capacidades que el anterior cable microUSB no puede otorgar. En otras palabras, se queda corto respecto a lo que demandan los dispositivos que vienen. Vamos a ver a grandes rasgos qué es lo que ofrece de novedoso este tipo de conexión.
Carga rápida
La batería del móvil es una de las cosas que más preocupa al usuario, dado que la incorporación de cámaras más potentes, pantallas más grandes y con mayor calidad, y el hecho de que el móvil realice cada vez más tareas al mismo tiempo consume mucha pila.
A falta de un sistema o tecnología que extienda el tiempo de uso del móvil, la apuesta se ha centrado en una carga más rápida de los dispositivos. Hasta ahora los tiempos de carga estaban entre la hora y media y las dos horas de duración. Pues bien, la conexión de tipo USB Type-C reduce considerablemente estos tiempos, hasta el entorno de los 45 minutos. Es decir, es capaz de transmitir más carga al teléfono en menos tiempo.
Velocidad de transmisión
Otro de los problemas de la industria móvil es el del espacio. Cada vez las cámaras aportan más calidad en las imágenes, lo que supone que las fotos sean más grandes y ocupen más espacio en el teléfono. Lo mismo sucede con el vídeo.
Los móviles que están por venir -y muchos de los que ya han venido- cuentan, en la mayoría de los casos, con el don de grabar en 4K. Para hacernos una idea, un vídeo a calidad 4K de unos dos minutos y medio de duración viene a 'pesar' aproximadamente 250Mb. A saber: si grabamos diez minutos ocuparemos 1Gb de capacidad. Si tenemos en cuenta que la memoria interna de muchos dispositivos está entre los 16Gb y los 64Gb, y que a eso hay que sumarle el peso de las imágenes, las fotos, etcétera, cada poco tiempo habrá que hacer copia de los archivos en el ordenador para tener espacio en el terminal.
La conexión de USB Type-C aporta una velocidad muy alta en la transmisión de archivos. En condiciones óptimas puede transmitir del teléfono al ordenador 1.200 fotografías a alta calidad en medio segundo (10Gbps).
Reversible
La última de las características de este nuevo conector es que puede ensamblarse al teléfono sin necesidad de girarlo para que encaje en la ranura. El anterior sistema solo permitía conectar el cable al móvil de una manera. Es decir, a veces había que girarlo para que ensamblase. La conexión USB Type-C es reversible, es decir, no tendrás que girar el cable, conectará a la primera.
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