La realidad es que la ropa inteligente más que inteligente es fardona de gustos no muy delicados, más encaminados a geeks de nuevas eras. Algunas de las cosas que este tipo de prendas a día de hoy son capaces de “hacer” se quedan en efectos luminosos o de sonido en algunos casos, nada que ver con aquella maravillosa cazadora de Regreso al futuro que se secaba ella sola o las zapatillas que eran capaces de ajustarse automáticamente.
Las opciones existentes ahora mismo en el mercado nos dan las siguientes opciones.
Reacción con la música, como si de una mini-cadena con patas se tratase la prenda se ilumina con “el prenda” dentro.
Este efecto es el más espectacular ya que el rastro que deja en la ropa solo dura unos pocos segundos, pero es posible dibujar figuras haciendo que el material reaccione al paso del haz.
Reacción con aplicaciones móviles, esta funcionalidad necesita de un dispositivo móvil con cámara que capta la imagen que la ropa lleva impresa y desarrolla una animación a partir de dicho dibujo dependiendo del mismo pudiendo interactuar desde la pantalla táctil de nuestro gadget.
Pero para los que somos unos vagos empedernidos seguiremos esperando esas zapatillas que se ajustan solas viendo que Nike tiene la patente a la espera de que la tecnología de el último paso.
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