Smartwatches o relojes inteligentes. Más pronto que tarde, tu muñeca lucirá un reloj que, aliado con tu móvil, te informará de los cambios que se produzcan en éste, en lo que a comunicaciones se refiere (llamadas, mensajes de todo tipo, novedades en tus redes sociales), así como podrás saber cuántos pasos llevas dados y calorías quemadas, podrás pasar de canción o subir de volumen de la música (del smartphone) y muchas más prestaciones que, poco a poco, irán asumiendo los smartwatches. Según el modelo puedes también hacer fotos, cambiar de Telecinco a Antena 3 y hablar o contestar a la llamada que entra o realizas en el móvil a través del propio reloj. Ridículo –imagínate la situación, con el reloj pegado al moflete-, pero cierto (y efectivo).
No es un tipo de producto hipernovedoso; si desconoces el tema, pon el término en Google y advertirás que todas las grandes marcas de tecnología (Samsung, Sony, LG…) tienen sus propios modelos, a lo que suma las alternativas de smartwatches procedentes de empresas creadas al efecto, además de los relojes smart presentes en eBay y webs orientales. Decenas y decenas de modelos; viene al caso, por tanto, fijar bien el concepto mediante unas claves:
¿Qué es un smartwatch?
En principio, todo aquel reloj que se asocia de manera inalámbrica a un móvil y desempeña una función complementaria de éste, como hemos citado, alertas de mensajes, llamadas, control de la multimedia, etc. ¡Ojo! no hablamos de relojes que son en sí un teléfono móvil (que los hay); la participación como socio de un smartphone independiente es, en este caso, necesaria. Conviene no confundir los smartwatches con las pulseras de actividad (como concepto). Aquí partimos de que los smartwatches también hacen la función de reloj (decir la hora); bien es cierto que hay algunas pulseras de actividad que también alertan de mensajes y pueden mostrar la hora.
¿Cómo funcionan?
Los smartwatches funcionan mediante un sistema operativo que les permite ‘entenderse’ con el smartphone. Según modelos, puede incluso descargarse aplicaciones, lo que les dota de una mayor autonomía operativa.
¿Son compatibles con todos los móviles?
No. Hay smartwatches que se puedan asociar con smartphones basados en iOS, Android y Windows Phone 8; algunos solo se pueden asociar con uno de ellos, otros con dos… Y hay casos extremos: los relojes Gear de Samsung solo funcionan con móviles Samsung, y no con todos los modelos.
¿Cuántos tipos de smartwatches hay?
Si atendemos a su forma y estructura encontramos tres tipos:
Los smartwatches digitales, una traslación resumida de la pantalla del móvil a la esfera del reloj. Incluso hay algunos en los que no mostrarán la hora en la pantalla principal, si no lo deseas.
Los analógicos-digitales, aúnan un reloj tradicional de manecillas con un apartado en la esfera donde te informa de los cambios que se producen en el móvil aliado. Disponen de una batería para su faceta de reloj y otra para el lado smart. Interesante dato, como leerás más adelante. No son tan completos como los primeros en cuanto a prestaciones y posibilidades.
Pulseras, son la convergencia de las pulseras que monitorizan tu actividad física, con la conectividad con el móvil. Solo se consideran smartwatches si, entre sus funciones, figura la de la hora (hay pulseras de actividad conectables a un móvil que no incluyen reloj).
Sus ventajas
Saber que te llaman o que has recibido un mensaje porque te vibra la muñeca o suena el propio reloj, mientras tienes el móvil bien guardado en el bolso, mochila o guantera, o físicamente alejado (en casa, la oficina o el coche), es un detalle de comodidad. Como lo es el hecho de no tener que consultar la pantalla de tu teléfono con asiduidad para conocer sus ‘novedades’, no sea que no te hayas enterado de su propio sonido de alerta. Del mismo modo, es cómodo pasar de canción o gestionar el volumen del smartphone directamente con el reloj. O cambiar el canal, o grabar sonidos, hacer fotos… También ventaja es la de unificación de funciones: control del móvil, monitorización de la actividad física y reloj. Son detalles tan superfluos para unos, como motivantes para otros. Subjetividad pura.
Principales inconvenientes
Prácticamente todos los smartwatches se alían con el smartphone mediante bluetooth. Esto quiere decir que si hay más de diez metros entre sí, se corta la conexión, por lo que el componente smart del reloj queda resumido a casi nada. Es un detalle importante, puesto que si estás en casa y tienes el móvil en el salón -mientras que tú estás en la habitación del fondo- y hay más de diez metros, el reloj no te avisará de ninguna llamada. Si hay paredes por medio, los teóricos 10 metros se reducen.
Los smartwatches digitales y las pulseras smart pecan en su apartado de autonomía. Tendrás que recargarlos casi todos los días. Casos puntuales te pueden a llegar a los dos o tres días, a veces hasta cinco, sin necesidad de enchufarlos. Y si te quedas ‘sin pilas’, ese reloj tampoco te dirá la hora (los analógico-digitales, sí). Hablando de enchufar…, la gran mayoría se recarga mediante una base propia o cable dedicado, es decir, otro chisme susceptible de extraviarse u olvidarse de meter en la maleta.
Porvenir de los smartwatches
¿Alguien se atreve a adivinar el futuro del mundo de la tecnología, cualquiera que sea el tipo de gadget? Los smartwatches actuales, con las carencias citadas, funcionan bien, realizan sus funciones correctamente. Pero dos datos importantes merecen mención. Por una parte, que la apisonadora Google ha lanzado Android Wear, un sistema operativo para gadgets wearables en general y smartwatches en particular que supone un paso más. Este sistema, además de alertas en el móvil, te informa de lo que sucede en tu entorno y te aconseja: meteorología, a qué hora debes partir al aeropuerto para coger el vuelo sin problema, el próximo capítulo de tu serie favorita, cuándo es el cumpleaños de tu amante…, es decir, un asistente en tu muñeca.
Por otra parte, es sabido que Apple tiene en el horno su smartwatch. Nada se sabe de él pero, sea lo que sea, marcará tendencia, como lo hizo su iPhone e iPad.
Algunos modelos
Cogito Classic: ejemplo de analógico-digital cuyas notificaciones aparecen en forma de LEDs. 150 euros.
Pebble: de los pioneros y fruto del crowdfundind, es muy resistente y tiene aplicaciones propias. Desde 150 euros.
I’m Watch: también pionero, es algo grande y dispone de aplicaciones para sí. 299 euros.
LG G Watch y Samsung Gear Live: los primeros con el SO Android Wear. 199 y 200 euros.
LG Lifeband Touch y Samsung Gear Fit: sendas muestras de pulseras de actividad que también te alertan de lo que le pasa a tu móvil. 149 y 149 euros.
Samsung Gear 2 y 2 Neo: los más smart de los smartwatches del momento, porque puedes habar a través de ellos, controlar la tele, conocer tus pulsaciones e, incluso, hacer fotos (con el primero). Ojo a su complicada compatibilidad. 299 y 199 euros.
Sony SmartWatch 2: se puede aliar con casi cualquier Android y se carga mediante un USB estándar. 189 euros.
Garmin Fénix 2: es un reloj multideporte con GPS y muy resistente a cualquier inclemencia y casi tipo de impacto. El 99% de su información se refiere a la actividad física y ubicación, pero también te alerta de llamadas y mensajes. 399 euros.
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