El tamaño perfecto de las tabletas lo sentenció Steve Jobs con el primer iPad: 10 pulgadas (9,7 en concreto). A su imagen y semejanza, fueron proliferando, cual setas, modelos clónicos. Menor tamaño que el de su iPad, era un gadget sin sentido —profirió el gran Jobs—; y Apple lanzó el modelo mini (7,9 pulgadas) al poco de su marcha. Utilizar una tableta con otra cosa que no sean los dedos, ultraja el espíritu del producto; y Apple tiene el iPad Pro y su puntero-acompañante obligatorio como uno de los gadgets estrella de su catálogo actual.
El iPad Pro (12,9 pulgadas) es el icono de los tablets muy grandes. Apple te lo vende como idóneo para ámbitos profesionales fundamentalmente gráficos, una extraña forma de describir que todo quisqui, diseñador o no, desea uno. La única duda que siembra es que no está recibiendo por parte del resto del escenario profesional apoyo materializado en software para exprimir su espectacular rendimiento. Tiempo al tiempo (esperamos). Desde 899 euros.
El iPad Pro no fue la primera tableta XXL, antes hubo modelos de Panasonic y Microsoft.
Pero el iPad Pro no fue la primera tableta XXL (se califican así las que superan las 10 pulgadas) aunque ha logrado animar la cancha. En 2013, Panasonic propuso el UT-MB5, un monstruo de 20 pulgadas directamente enfocado al mundo del diseño industrial por tres razones: la fantástica sensibilidad de su puntero-stylus (permite garabatear igual que con un rotulador de alta precisión sobre un papel), la resolución 4K del panel y su precio de 4.500 euros. Eso sí, un alarde de tecnología; basta con apreciar su grosor de sólo 1,3 cm.
Después, llegaría el Microsoft Surface Pro, una tableta muy interesante (insistimos: la Pro, no el modelo normal), que se postulaba como sustituto ideal del ordenador portátil. Y a fe que lo conseguía. Su última iteración, Pro 4 (12,3 pulgadas), es un equipo súper potente que lima las asperezas de anteriores generaciones manteniendo sus virtudes de versatilidad, buen acabado y mejor rendimiento. Todo ello con una delicia de stylus y un fantástico teclado-tapa. Desde 999 euros.
Las tabletas grandotas sacrifican la virtud de movilidad en favor de ver, jugar y hacer todo de manera más grande. Son fantásticas para disfrutar de una película en primer plano o navegar por Internet pero, para lo que ocupan, de viaje mejor te llevas un portátil. Aquí tienes otros modelos principales de tabletas XXL.
El sustituto del televisor
La Samsung Galaxy View es una tableta de 18,4” que tiene un apoyo posterior tan aparatoso como desinstalable. La razón es que, por peso y dimensiones, su ámbito de actuación es, sí o sí, bajo techo. En este escenario, se desenvuelve de maravilla del salón al dormitorio y de éste a la cocina, porque está concebido como sustituto del televisor para ver vídeos, jugar y lo que se tercie. Sí, una alternativa semimóvil que, evidentemente, tira de las emisiones de videoclubes online, TV a la carta e Internet a gran escala. Su asa integrada es una bendición. Desde 649 euros. También de esta firma coreana es el Galaxy Note Pro. Su pantalla es de 12,2 pulgadas y corre mediante Android, lo que, si en un primer momento podría delatarle como una tableta para el ocio, su eficaz puntero S Pen equilibra la balanza hacia el lado laboral. Desde 560 euros. Y otra tableta XXL de la factoría Samsung es el recién lanzado Galaxy TabPro S. Presenta una pantalla multitáctil Super AMOLED de 12”, un impactante grosor de sólo 6,3 mm, un peso de 693 gr y corre bajo Windows. Como no podía ser de otra manera, se acompaña por una funda-teclado con touchpad y un puntero. Destaca por su conectividad LTE Cat 6 y por su autonomía: tras sólo 5,5 horas de recarga, alcanza las 10,5 horas de uso medio (según la marca). Pendiente de precio.
Pantalla aún mayor
El Lenovo Yoga Tab 2 Pro incluye el conocido cilindro inferior de las tabletas de la marca, del que sale el apoyo. Su detalle gadget reside en que puedes ampliar sus 13,3 pulgadas físicas hasta más de 100 gracias al proyector incorporado y una pared o pantalla. Una muy buena idea para realizar presentaciones corporativas o, sencillamente, ver películas o videojugar a tamaño grande. Desde 449 euros.
A medio camino
Entre las 20 pulgadas del citado Panasonic y las aproximadamente 13 del resto de modelos, se ubica el Alcatel OneTouch Xess, de 17,3 pulgadas. Se trata de una rara avis con acabado en metal y que invita a usarlo también como cuadro interactivo para adornar la salita, porque se puede colgar de la pared. Atención a su sistema de sonido, firmado por JBL. Desde 450 euros.
Potente pero pesado
El Acer Aspire Switch 12 es un 12,5 pulgadas que tiene entre sus dignidades una alta velocidad de procesado gracias a que incluye un disco SSD de alto rendimiento y un procesador (Intel Core M) y una RAM optimizados. Una interesante alternativa para multimedia y videojuegos siempre que estés sentado, por su casi kilo y medio de peso. Desde 620 euros.
El último en llegar
Uno de los gadgets estrella del pasado MWC ha sido el Huawei MateBook. Con la experiencia que da conocer los errores que han cometido otros, toma un argumento de aquí y otro de allí para presentarse, él también, como un sustituto del ordenador portátil. Es tan fino pero más ligero que el iPad Pro, y más ligero y fino que el Surface Pro 4; su puntero es el más preciso del orbe; tiene el porcentaje de pantalla más elevado respecto a las dimensiones generales, 84% (vamos, que los marcos son muy reducidos); supera a todos en autonomía; y es el primero que equipa lector de huellas. El binomio procesador Intel M y sistema operativo Windows augura buenas expectativas. Son 12 pulgadas con un rango de precios desde 799 hasta 1.799 euros, accesorios (puntero, teclado-tapa y dock para conexiones físicas) aparte.
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