Tecnología

La cámarafono o móvilcámara

Ya lo dijo Quevedo: “Un móvil a una cámara pegado”. O viceversa, añadimos, como lo confirma el/la Panasonic CM1, que por un lado es un completo smartphone y, por el otro, una cámara con lente firmada por Leica.

Qué móvil no tiene hoy una cámara integrada, pensarás, avezado lector. En este post nos referimos a una categoría de gadget que parte de una cámara (preferiblemente, de muy buenas facultades) y que lleva adherido un smartphone en un mismo cuerpo, y no lo contrario. El fenómeno de estos gadgets híbridos que sirven perfectamente como cámara compacta de fotos/vídeos y mediante el que puedes hablar y mensajearte o utilizar Internet cual móvil común, no es nuevo (aunque nadie, de momento, ha sido capaz de otorgarle una denominación estándar, ni siquiera decir si es un dispositivo de género masculino o femenino, de ahí la dualidad en la entradilla). Hagamos historia.

A mediados de 2013 (casi Prehistoria a efectos de tecnología) Samsung lanzó su Galaxy S4 Zoom, considerado como el primer dispositivo formado por una cámara de apariencia y funciones como tal y que, además, permitía hacer todo lo que haces con un móvil. Bastante escaso grosor presenta para integrar un zoom óptico 10x, que se despliega como por arte de magia. Por cierto, logra unas fotos y vídeos más que dignos.

El Smartphone Asus ZenFone Zoom es una cámara compacta en toda regla.

Tras algunas propuestas de este corte intermedias, en las últimas semanas se han lanzado dos cámaras-móvil de gran interés. Por un lado, el Asus ZenFone Zoom. Se trata de un gadget compuesto, en un mismo cuerpo, por un smartphone Android y una cámara compacta con zoom 3x. Dado el reducido rango de acercamiento, el grosor de este híbrido (12 mm) no es mucho mayor que el de cualquier terminal de la competencia. Pero es una cámara compacta con todas las letras, porque incluye modos manuales, estabilizador de imagen con autoenfoque láser, etc.

Sin embargo, Panasonic ha dado un golpe sobre la mesa tecnológica con su Lumix CM1. Responde al modelo de cámara-móvil pero tiene unos detalles relevantes. Para empezar, su objetivo (equivalente a un angular de 28 mm) está firmado por Leica, lo que le supone una indiscutible garantía de resultados fotográficos y de vídeo. Es capaz de corregir las aberraciones ópticas y otros no menos aberrantes defectos propios de las cámaras de los smartphones, como son las distorsiones, degradaciones y equivocaciones en el color. ¿Que el tuyo no lo hace? Compara la misma toma con tu adorado móvil y con una cámara en condiciones. Además, gracias a la luminosidad del objetivo de f/2.8, es capaz de extraer los detalles en las escenas oscuras y comportarse de manera inteligente en los contraluces. Este objetivo carece de zoom óptico (¡vaya!) pero lo ‘compensa’ con un digital que, sin ser espectacular, no funciona nada mal. Algo tendrá que ver el sensor de 1”…

Sí, esta smart cámara (como denominan algunos), equipa un sensor de 1 pulgada, que es el propio de las cámaras especiales para usuarios avanzados, y que supone una superficie captora siete veces mayor que la del sensor común de un móvil. Genera 20 Mp de resolución.

Panasonic, experta en fotos

Panasonic es, ya sí, experta en temas fotográficos (al menos, bastante más que en el mundo de los smartphones), así que ha aplicado esa experiencia y recursos en esta CM1. Con ello, equipa la dinámica de procesamiento Venus (bien es cierto que se trata de una versión acomodada) que tan bien funciona en sus cámaras Micro 4/3: trata muy bien las tomas. Eso sí, los puristas siempre pueden disparar en formato RAW, que supone mostrar la realidad tal cual supuestamente es, no como a nuestros pecaminosos ojos le gusta que sea.

En cuanto a su funcionamiento, permite elegir entre exposición automática y semi/manual, seleccionar los valores ISO, la velocidad de obturación y el diafragma, y optar por el enfoque manual, entre otras posibilidades fotográficas. El anillo dentado frontal que corona el objetivo es el medio para ajustar la mayoría de estas variables. En el lado del vídeo, llega a resolución 4K.

En suma, una cámara para entusiastas de la fotografía (y el vídeo) que no quieren llevar dos ‘trastos’ en el bolsillo y sí uno. Porque no conviene olvidar la faceta smartphone del CM1: un Android de 21 mmm de grosor que mueve con gran diligencia las aplicaciones y con una pantalla de 4,7 pulgadas, que tanto te sirve para revisar el email o jugar a Preguntados como para encuadrar la escena de una manera muy precisa. Todo esto tiene un precio: 899 euros.

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