Hasta no hace muchos meses (hablar de años en el mundo de la tecnología es como referirse a la Prehistoria en el cómputo total de la Historia), que una marca de las grandes lanzara un tablet era todo un acontecimiento de índole social; por descontado, y como no podía ser de otra manera, con Apple y su siempre ‘nuevo’ iPad a la cabeza.
Sin embargo, en los últimos meses -valga la…-, cómo ha cambiado el cuento. El fenómeno tablet no es que ya tenga pujanza, sino que es una de las categorías de producto tecnológico con menos porvenir que una charla técnica de Benítez a sus nuevos pupilos. Son varios los motivos: un parque de tablets que no precisa urgente renovación, que intentas hacer con él casi lo mismo que con un ordenador portátil pero echas de menos un teclado (y si se lo pones como accesorio, ya no es un tablet), la combativa competencia de los portátiles ultra (ultrafinos, ultraligeros, ultrautonomía) y que, para muchos usuarios, la pantalla grande de un phablet les es suficiente. Y añado otro motivo que me aporta un amigo: el tablet ha terminado por usurpar el papel de la revista que te llevabas al baño; cuestión de ergonomía.
En este panorama, Samsung ha presentado un muy atractivo tablet en el marco de la Feria del Libro de Madrid. Su nombre es Tab A y la firma coreana insiste en encasillarla en la gama media. Por construcción y ensamblado, me parece un menosprecio; atendiendo a su rigor técnico, sin duda lo es.
Sí, un tablet que en las manos transmite unas sensaciones muy agradables en muchos sentidos. No es el más fino (7,5 mm) ni ligero (435 gr) que existe, pero destaca por su buen aprovechamiento de las dimensiones. Por ejemplo, el marco que rodea a la pantalla, sin ser de los más finos que hay, no es tan monstruoso como en otros colegas. Apuesta por el plástico (de buena calidad, de hecho, no cruje) y por un borde metálico que carece por fin de los poligoneros brillos de otros productos de la marca.
El Tab A presenta pantalla con relación 4:3 para delimitar mejor eBooks.
Es un 9,7” con resolución HD. “¿Sólo HD?”, pensarás. Lo de la resolución en los dispositivos móviles me recuerda a lo del ejercicio de la Libertad de Expresión, que pasa lo que pasa. Por cierto, pantalla con relación 4:3, para delimitar mejor los eBooks cuando ejerce de eReader, otro tipo de producto que merece un post obituario.
Para los que gustan de hacer fotos con un tablet, el Tab A incorpora una cámara trasera de 5 Mp (“¿sólo 5 Mp?”, pensarás; y para que más), con los interesantes detalles de que es AF, por un lado, y que es capaz de disparar de manera continua ráfagas de hasta 30 imágenes con un solo click.
Tablet con control
Consciente de que, en todas las casas, los tablets los compran los padres/madres y los usan mayoritariamente los hijos, Samsung incluye en su Tab A una combinación de funciones (Galaxy Essentials, Galaxy Apps y Kids Mode) mediante la que es posible controlar el uso que se hace del dispositivo: a qué aplicación o contenido puede acceder cada usuario y durante cuánto tiempo.
Sobra decir que funciona mediante sistema operativo Android. Esto es tanto un detalle informativo como de aviso, según lo que pretende hacer cada cual con un tablet.
El Tab A de Samsung ya está a la venta y propone tres configuraciones: modelo WiFi básico, 299 euros; modelo WiFi con S Pen (puntero para escribir y dibujar sobre la pantalla), 349 euros; y un modelo con conectividad 4G, para no tener que buscar como loco un Burger King-WiFi en la calle, 369 euros. Inexplicablemente, no busques la alternativa con S Pen y 4G, que sería el interesante.
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