Latinoamérica fue otrora un vergel de oportunidades para el imperio español. Una tierra por explorar desde que la Pinta, La Niña y la Santamaría desvirgaran la tierra de los indios. La conquista de América sentó las bases del que fue en su momento el imperio más grande y poderoso del orbe.
Telefónica desembarcó en el continente cinco siglos después con la intención de conquistarlo empresarialmente. Un mercado con 600 millones de personas y muchos países a los que dejamos nuestra lengua y parte de nuestra cultura. Sobre el papel había mucho en común para que el plan funcionara.
Décadas después del comienzo de la aventura, Pallete pliega velas. En noviembre de 2019 ponía en venta sus divisiones en Latinoamérica. Todas menos Brasil, la joya de la corona. En la actualidad el continente supone 15.500 millones de euros de ingresos de los 43.000 millones que factura todo el grupo, algo más de un tercio. Diez años antes el porcentaje sobre el total de ingresos de de Latinoamérica era la mitad.
La inestabilidad política de la zona y la devaluación de la moneda son un quebradero de cabeza para Pallete, que además ve cómo los planes de vender todo lo que no sea rentable y poner pies en polvorosa se han visto ralentizados por la pandemia del coronavirus.
Pallete va camino de recortar la deuda en 20.000 millones desde que llegó a la compañía en abril de 2016.
El año pasado la caída de los ingresos en las zonas de actividad del operador en Latinoamérica -excluyendo Brasil- fue del 5,6%. Este año es del 17,9%. En cuanto a Brasil, mercado definido por el operador como estratégico -intocable en venta de activos-, junto a Reino Unido, España y Alemania, ha pasado de perder un 0.9% de la facturación en 2019 a caer un 26%.
La devaluación de la moneda es el problema que lastra los ingresos en Latinoamérica. Los resultados operacionales son buenos en Brasil, pero la repatriación del dinero es un rompecabezas que empeora con el paso del tiempo.
En 2019 contamos en Vozpópuli cómo Venezuela había pasado de facturar 2.769 millones de euros a tan sólo 18 millones de euros precisamente por el problema existente con las divisas. Argentina es otra de las economías considerada también como hiperinflacionaria.
Sólo durante el cuarto trimestre los problemas de depreciación han provocado la pérdida de 1.003 millones de euros de ingresos, según explica el operador en su cuenta de resultados del año 2020. Esta vez el gigante azul señala al real brasileño como el principal causante de las pérdidas.
La covid también se ha cebado especialmente con Latinoamérica. Brasil, con 96 millones de pérdidas achacadas al coronavirus, e Hispam (Argentina, Chile, Colombia Perú, México y otros), con 196 millones de euros, suman casi 300 millones de euros en negativo. España, la segunda región que más ha sufrido la pandemia, pierde 113 millones de euros, por los 77 millones de Reino Unido o los tres millones de Alemania. De nuevo, Latinoamérica se lleva la peor parte.
Esperar o malvender
Sólo hay dos opciones, esperar o malvender, y no parece que el último de los escenarios sea contemplado desde la teleco española. El ejemplo está en la venta de en torno a la mitad de las antenas de Telxius a American Tower Corporation. Una operación aplaudida por el mercado por ventajosa para Telefónica. El acuerdo se cerró en 7.700 millones de euros por 30.772 emplazamientos de torres de telecomunicaciones. Cellnex, en la puja, no pudo alcanzar la cifra y quedó como convidado de piedra.
El objetivo final marcado por Pallete es desinvertir en aquellos negocios no rentables, pero vamos camino de año y medio y, salvo la citada venta de antenas, no se ha producido ninguna operación significativa en Hispam.
El sector de las telecomunicaciones en Europa atraviesa su particular pandemia, no es sólo cosa de Telefónica. El operador tiene todavía activos a su favor suculentos para hacer caja. De hecho, aún le quedan unas 20.000 antenas por vender, y 2021 puede ser el año de darles salida. Al precio al que las compró American Tower estaríamos hablando de 5.000 millones de euros. Una cantidad destinada, como casi todo lo que ha vendido últimamente la teleco, a reducir deuda. Los compromisos financieros están ahora en 35.228 millones de euros. Antes de la llegada de Pallete, en abril de 2016, estaban en 49.921 millones de euros. A este ritmo, no es descartable que el indicador se reduzca en cerca de 20.000 millones de euros cuando acabe 2021.
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