Este 28 de diciembre pasará a la historia por ser el primer día en el que los fabricantes de tablets, cámaras y móviles no pueden vender cargadores propios, ya que es obligatorio que estos dispositivos se carguen mediante un USB-C. De esta forma, llega la universalidad a la carga eléctrica, aunque no será hasta primavera cuando esta norma se imponga sobre los ordenadores portátiles.
Esta obligatoriedad llega dos años después de que el Parlamento Europeo prohibiese los cargadores propios en octubre de 2022. El objetivo que persigue la norma es reducir los residuos electrónicos -tirar cargadores útiles por cambiar de marca- e informar a los consumidores para que puedan tomar decisiones más sostenibles. Hubo bastante unanimidad en la votación: 603 votos a favor, 13 en contra y 8 abstenciones.
De este modo, aunque cambie de teléfono o tablet, podrás seguir usando el mismo cargador, ya que todas las marcas producirán el mismo. En España cabe destacar que, según la normativa del Ministerio para la Transformación Digital, sí se permite usar un cargador distinto a aquellos fabricantes que introdujesen sus productos en el mercado español antes del 13 de junio de 2017. Es la única excepción sobre una norma para la que las marcas se han estado preparando: por ejemplo, los últimos modelos de Apple ya prescindieron del cargador propio para introducir un USB-C.
Asimismo, la norma exime de la adopción obligatoria del USB tipo C a los relojes inteligentes y las pulseras de actividad, debido a su tamaño y condiciones de uso.
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