La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) denuncia que hay una enorme diferencia entre lo que contratas y lo que finalmente recibes en tu conexión a Internet.
Según ha extraído de un estudio realizado con 37.000 mediciones, la velocidad sobre líneas ADSL solo alcanza una media del 51% de lo contratado, mientras que en el caso de los servicios de fibra o cable la cifra alcanza el 78% de lo prometido por la operadora.
Aunque los datos de los servicios de fibra son mejores que los de ADSL, para OCU es muy llamativo el hecho de que aquellos servicios de 300 megas o velocidad similar, los servicios más caros, solo obtienen de media un 55% de la velocidad contratada, más si se tiene en cuenta que solo se han considerado las mediciones de usuarios conectados a su router mediante cable.
La conclusión para OCU es clara: los servicios de 300 megas o más no dan la talla. En este sentido destaca negativamente la fibra a 350 megas ofertada por Euskaltel, con una velocidad media de solo el 38% de lo prometido, seguido por Orange (55%), Adamo (55%), Movistar (60%) y Vodafone (68%).
"Dame la velocidad que pago"
El interés por realizar este estudio surgió en noviembre a raíz de las numerosas reclamaciones por parte de los usuarios. La OCU inició la campaña "Dame la velocidad que pago", con la que puso a disposición de los consumidores un medidor de velocidad dentro de la página web http://www.ocu.org/movilizate/velocidad-justa-en-internet. Hasta la fecha han sido más de 20.500 los inscritos en esta campaña y más de 37.000 las mediciones efectuadas.
Al parecer el problema no está tanto en que las operadores engañen a sus clientes ofreciéndoles menos velocidad que la contratada sino un problema de infraestructura y desinformación. "Hay líneas que no soportan la velocidad contratada y por eso van más lentas", explican desde la OCU. Así, la organización ha solicitado a las empresas que antes de contratar, informen a sus clientes de la velocidad real que soporta su línea y que, una vez contratada la línea, se garantice al menos el 80% de esa velocidad real.
De esta manera se evitarían casos como el de uno de los socios de OCU, quien tuvo que recurrir a la asesoría jurídica de la organización para evitar el pago de penalizaciones por rescindir su contrato con Jazztel tras comprobar que, a pesar de haber contratado una línea de ADSL de 20 megas, en realidad ésta solo alcanzaba velocidades máximas de 1 megabit por segundo.
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