Mientras las grandes firmas aprovechan las ferias de electrónica de consumo para dar a conocer sus novedades, en Intel han decidido marcharse hasta la semana de la moda de Nueva York. Toda una declaración de intenciones por parte del fabricante de circuitos integrados, que se ha asociado con la firma Opening Ceremony para poner en marcha MICA (My Intelligent Communication Accesory), su primera incursión comercial en la wearable tech.
El brazalete –aquí nadie habla de smartwatch, aunque MICA cumpla funciones similares a las de los relojes inteligentes de otras marcas– ha sido concebido según sus creadores como “un accesorio de moda que se mezcla a la perfección en la vida cotidiana”. Al igual que toda la wearable tech presentada estas semanas, tiene un interior con los últimos avances, aunque Intel aún no ha desvelado demasiados detalles sobre el hardware incorporado a este proyecto. De todos modos, viniendo del principal fabricante de chips del mundo, es de esperar que MICA cuente con su propia tecnología puntera. Algunos medios apuntan a la posibilidad de que incluya un procesador Intel Quark de 32 bits.
Piedras semipreciosas y piel de serpiente le aportan un aspecto de tendencia del que carece normalmente la ‘wearable tech’
Sin embargo, el exterior de los brazaletes MICA es pura tendencia que no desentona en la pasarela. Los diseñadores Humberto Leon y Carol Lim, de Opening Ceremony, han creado dos versiones, una en piel negra de serpiente con perlas procedentes de China y lapislázuli de Madagascar, y otra que montará ‘ojo de tigre’ sudafricano y obsidiana rusa sobre piel blanca de serpiente. Junto a la marroquinería y las piedras semipreciosas, una pantalla curvada táctil de 1,6 pulgadas en cristal de zafiro muestra la información de mensajes de texto, notificaciones push, alertas de calendario y otras informaciones habituales de este tipo de dispositivos.
La escasa información desvelada hasta el momento sobre MICA también afecta a su precio. Aun así, una vez visto su diseño y materiales y previendo que cuente con un hardware de última generación, es de esperar que no se encuentre en la franja intermedia de precios. Medios estadounidenses prevén un precio de venta de 1.000 dólares estadounidenses citando fuentes de la compañía. Probablemente podremos confirmar este extremo en las próximas semanas, cuando Intel desvele el resto de especificaciones técnicas de su nuevo gadget.
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