Conocido por sus papeles en clásicos del cine como “Blade Runner” (1982), y series de éxito como “Miami Vice” (1984-1990) o “Battlestar Galactica” (2003-2009), Edward James Olmos (70), estadounidense de ascendencia mexicana, es un icono de la lucha latina por el reconocimiento artístico. “He vivido 70 años, sé que me veo bien”, bromeó respecto a su edad en Madrid, antes de la recogida del Premio Platino de Honor, asegurando que esta correspondía a “los nuevos 68”, con la idea de que se siente joven.
Un artista chicano
“Soy méxico-americano: cien por cien chicano”, declaró Edward James Olmos a EFE durante un encuentro en Madrid.
De padre mexicano y madre mexicano-estadounidense, el actor comentó lo que esto había supuesto en su infancia: “cuando éramos chiquitos, nos pegaban en la escuela si hablábamos español. No logré hablar más o menos bien el idioma de Cervantes hasta que fui adulto”. Si bien de niño soñaba con dedicarse al béisbol, y de adolescente tocó rock & roll en varios clubes de Los Ángeles, al final sus pasos le llevaron hacia el mundo de la interpretación, donde comenzó con pequeños papeles en producciones sin importancia.
Lo que necesita hoy en día el cine de Latinoamérica es el reconocimiento de su arte… Y paciencia
Su primera actuación relevante le vino en Broadway, en la obra “Zoot Suit”, donde Olmos interpretaba el papel de “El Pachuco”, al que también dio vida en la gran pantalla en una adaptación cinematográfica de 1981. Un año después, encarnó al personaje de Gaff en la película de 1982, “Blade Runner”, algo por lo que siempre será recordado. Otros de sus éxitos cinematográficos son “Stand and Deliver”” (1998), que le valió una nominación al Óscar, o el filme “Selena” (1997). En la pequeña pantalla también reside parte de su fama, empezando por la serie “Miami Vice” (1984-1990), que le valió un Globo de Oro y un Emmy.
También protagonizó “Battlestar Galactica” de 2003 a 2009, y cuenta con más apariciones o papeles reconocidos en series como “Dexter” (2011) o en “Marvel's Agents of S.H.I.E.L.D” (2013). Edward J. Olmos ha trabajado también como director, en películas como “American me” (1992), o incluso tiene un papel en una película dirigida por su hijo, Michael Olmos, “Windows on the World”.
En su último trabajo, Olmos vuelve a sus orígenes y revive a ese Gaff que le dio la fama en 1982, pero esta vez, en octubre de 2017: “Blade Runner 2049”, que se estrenará entonces en la gran pantalla, y el actor aseguró a EFE que “va a ser una historia muy fuerte”. Tanto, que en sus propias palabras “la gente no se lo va a creer”.
El arte latino, su causa
Si a algo ha dedicado su vida Edward James Olmos, además de a la interpretación, es a lograr un mayor reconocimiento para el arte latino, sus obras y sus celebridades. En 1998 fundó la organización sin ánimo de lucro “Latino Public Broadcasting”, que actualmente dirige, y que está dedicada a producciones sobre la comunidad hispano-americana en la televisión pública.
Embajador internacional de Unicef desde 1987, Olmos ha centrado su labor en la infancia en los pueblos latinos e indígenas, y esta organización le premió en 2000 con una placa en reconocimiento por su labor humanitaria. El artista considera que en la actualidad “hay más prejuicio que nunca” hacia los latinos en EE. UU.: “somos muchos y vamos a ser más, nos tienen miedo”, explicó en Madrid.
Un miedo y prejuicios que tienen su máxima representación en la presidencia de Donald Trump, algo que Olmos cree que “tendrá su tiempo” y cuya victoria considera que es la respuesta racista a la elección anterior de un presidente afroamericano: “teníamos a Obama y ahora... ahora tenemos a Trump”. Pese a ello, no desespera: “todo cambia, y esto también va a cambiar. Tengan esperanza”.
“Vamos a dominar el arte” aseguró, lamentando la escasa representación de la población latina en Hollywood: “tenemos el 4% de apariciones, cuando somos el 20% de la población”. Olmos también habló del tipo de representación: “sé que ahora nos usan en papeles menores, pero el cambio vendrá”. Sobre los Premio Platino comentaba que son “un modo de atraer atención. Y esa atención debe empezar en casa, con el apoyo iberoamericano a sus propias producciones”.
“Lo que necesita hoy en día el cine de Latinoamérica es el reconocimiento de su arte… Y paciencia”, añadió el actor. “El talento no tiene fronteras ni limites, sólo requiere de oportunidades” dijo el actor al recoger su premio de honor y como despedida añadió que era “un orgullo ser latino y, desde ahora, también ser Platino”.
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