Con la llegada del verano siempre vuelven a aparecer algunas creencias populares que no son del todo ciertas, pero que se van transmitiendo de generación a generación. En Vozpópuli desmontamos los cinco mitos más recurrentes de este periodo del año.
No puedes quemarte si está nublado
Aunque las nubes pueden bloquear parte de la radiación solar directa, no bloquean completamente los rayos ultravioleta que son los responsables de causar las quemaduras solares. La cantidad de radiación UV que llega a la superficie terrestre puede variar según varios factores como: la altitud, la ubicación geográfica y la cobertura de nubes.
Sin embargo, incluso en días nublados, es posible que la exposición prolongada al sol sin protección adecuada pueda provocar quemaduras solares y daño en la piel. Por eso es recomendable protegerse frente al sol también en estos días.
Los manguitos y flotadores previenen los ahogamientos
Esta afirmación es engañosa. Estos accesorios pueden proporcionar cierta ayuda, pero no son dispositivos de seguridad infalibles para prevenir ahogamientos. El Ministerio de Sanidad recuerda que un niño pequeño puede ahogarse en muy poca cantidad de agua, pueden ser suficientes 2cm en una bañera o una piscina hinchable.
Los flotadores hinchables y manguitos generan una sensación de falsa seguridad y por ello no se consideran dispositivos seguros.
El agua del mar cura las heridas
Se trata de una verdad a medias. El agua del mar puede tener un efecto antiinflamatorio debido a su contenido de sal y minerales. Esto podría reducir la hinchazón y el enrojecimiento alrededor de las heridas, pero no es aconsejable en caso de heridas más profundas o que estén abiertas, ya que el agua del mar puede contener bacterias, virus y otros microorganismos que podrían causar infecciones.
Hay que esperar 2 horas de digestión para poder bañarte después de comer
Las famosas dos horas de espera para evitar un corte de digestión es un mito. Lo que se conoce como corte de digestión en realidad se llama hidrocución y no tiene que ver con la digestión, sino con el cambio brusco de la temperatura corporal. De hecho esas dos horas es una aproximación, ya que cada persona tarda un tiempo determinado en hacer la digestión.
Para evitar ese choque térmico lo mejor es entrar progresivamente en el agua: mojarse las muñecas, la nuca o los tobillos para que el cuerpo pueda ir acostumbrándose a ese cambio de temperatura.
Beber cerveza fría es una forma efectiva de hidratarse
Aunque una bebida fría puede darte una sensación temporal de alivio, no afectará significativamente la temperatura interna de tu cuerpo. A pesar de que la cerveza contiene agua, también tiene un efecto deshidratante. El alcohol actúa como un diurético, lo que significa que aumenta la producción de orina y, por lo tanto, puede llevar a la deshidratación si se consume en exceso.
Recuerda que es importante cuestionar y verificar la información antes de aceptarla como cierta, especialmente cuando se trata de consejos para la salud y la seguridad.
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