Gonzalo Boye, abogado del expresidente catalán Carles Puigdemont, compareció este martes en el Congreso para denunciar la supuesta desprotección institucional de los líderes independentistas durante el procés y los presuntos delitos de odio cometidos contra ellos. Sin embargo, sus afirmaciones fueron rechazadas no solo por los partidos de la oposición, como PP y Vox, sino también por representantes de Sumar y de ERC, uno de los partidos aliados históricos del independentismo.
La intervención más destacada fue la de la diputada del Partido Popular, Cayetana Álvarez de Toledo, quien calificó a Boye de "mercenario del odio" y recordó su condena por colaborar con ETA en el secuestro del empresario Emiliano Revilla, un crimen por el que aún debe indemnización pese a su supuesta solvencia económica.
“Usted no ha dejado de trabajar contra la democracia española. El odio a España los cría y el señor Boye los junta”, afirmó Álvarez de Toledo. Además, subrayó que Boye ha fracasado en sus objetivos políticos, pero no en el ámbito económico: "El mal, usted lo sabe perfectamente, siempre paga bien y a tocateja".
La diputada también negó que Boye o Puigdemont puedan considerarse víctimas de odio, argumentando que son ellos quienes convierten a otras personas en blancos de agresiones. Como ejemplo mencionó al juez Pablo Llarena, encargado de la causa del procés, quien ha sido objeto de ataques verbales y amenazas.
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