Los terremotos se producen por el movimiento violento al chocar las placas tectónicas de la Tierra, durante la reorganización de materiales de la corteza terrestre. El riesgo de terremoto suele estar sobre los límites de las placas tectónicas, siendo las regiones con más focos: Oceanía, el sureste de Asia, América Central y el occidente, y centro de África.
Para medirlos se usa, entre otras, la famosa escala de Richter, que mide en valores logarítmicos (de 3,5 a 8 o mayor) la energía liberada del seísmo. Por ejemplo, un terremoto de magnitud 5 no es una cifra más grande que uno de magnitud 4, sino que equivale, aproximadamente, a 30 terremotos de magnitud 4 juntos.
Los peores terremotos de la historia
Por intensidad
Con una magnitud de 9,5, el terremoto de Valdivia (Chile) en 1960 fue el seísmo más grave hasta la fecha; en Alaska en 1964 un terremoto de 9,2 creó olas de 90 metros de altura; y en 2011, Japón sufrió varios terremotos entre el 9 y 11 de marzo, que alcanzaron una escala de 9,1, y dejó más de 15.000 muertos, 2.500 desaparecidos y 5.000 heridos.
Por mortalidad
China ha sufrido cinco de los seísmos más mortales de los siglos XX y XXI. En 1976, en la ciudad china de Tangshan, un terremoto con una magnitud de 7,5 dejó el mayor número de víctimas mortales del último siglo: 255.000 (según registros oficiales).
En diciembre de 2004, el terremoto de magnitud 9 cerca de la isla indonesia de Sumatra, originó un devastador tsunami que acabó con la vida de al menos 240.000 personas.
El temblor de magnitud 7 que agitó Haití en 2010 derrumbó Puerto Príncipe y se cobró la vida de más de 200.000 personas.
En 1923 en Japón, el conocido como "gran terremoto" de Kanto, tembló con una magnitud de 7,8 y causó 143.000 muertes en la región.
Al noreste del Golfo Pérsico en Turkmenistán, en 1948, más de 100.000 personas murieron tras el temblor de una magnitud de 7,3.
Y en Europa, en 1908, una sacudida entre Sicilia y Calabria (Italia) de magnitud 7,2 alzó un tsunami que, según se estima, causó de 70.000 a 100.000 muertes.