La intervención del alcalde de Cádiz, José María González Kichi, en el último programa de Salvados (La Sexta), donde mostró su apoyo a los astilleros públicos de Navantia en la construcción de fragatas de guerra para Arabia Saudí, ha tenido una respuesta contundente por parte de una de las principales plataformas antimilitaristas en España. El colectivo Utopía Contagiosa ha propinado un demoledor rapapolvo al dirigente de Podemos en un encendido análisis donde aborda los pormenores de la polémica.
"Uno primero tiene que llevar el plato de comida a sus hijos y a su familia, pero el equilibrio de la geopolítica y la paz mundial no puede caer sobre las espaldas de los trabajadores, nosotros no decidimos sobre la guerra ni somos soldados", dijo Kichi en el programa de Jordi Évole. "De lo que hay que hablar es de las causas de estos problemas. Me preocupa mucho el uso que dé Arabia a estas corbetas, porque somos pacifistas y estamos contra la guerra, pero no somos nosotros quienes decidimos los equipamientos de esos barcos ni para qué se utilizan. Yo no trabajo para ellos, yo trabajo para Navantia, Cádiz trabaja para Navantia", esgrimió el regidor de Por Cádiz sí se puede.
En un artículo titulado La incongruencia de Kichi, otra vez, con Navantia militar, Utopía Contagiosa recuerda al alcalde que "fomentar la venta de armas no es neutro, no es aséptico, tiene consecuencias", además de reflejar "falta de ética política porque fomenta la violencia directa, estructural y cultural". "Supone -explica el colectivo- que un edil que quiere cambiar las situaciones de injusticia de su ciudad mira para otro lado si se promueve la violencia estructural en otros países que no respetan los derechos humanos, las relaciones internacionales militarizadas".
La plataforma pacifista muestra también su desengaño con el alcalde de Cádiz. "Nosotros particularmente teníamos las expectativas abiertas porque nos habían hablado muy bien de ti como persona y de tu compromiso político. Al principio de tu mandato nos sorprendió que recibieras institucionalmente a militares de alta graduación que recalaban en Cádiz, pero bueno, era el inicio y, en parte, eran asuntos menores". Sin embargo, prosigue el artículo, "este apoyo a la SEPI y a Navantia para fabricar corbetas, buques de guerra de la clase Avante 2200, corbetas destinadas a un país criminal que las empleará, como se está viendo, en su lucha expansiva y por el control regional de una de las zonas más sensibles del planeta, es un verdadero baño de realidad", lamentan desde Utopía Contagiosa.
"Parece que optas por ser uno más, uno de ellos, uno de los que callan ante el atropello del militarismo y prefiere el cálculo electoral a la dignidad", reprochan a Kichi. Y es que el regidor de Por Cádiz sí se puede, casi dos años después de asumir el bastón de mando, ya sabe que una cosa es predicar y otra dar trigo. Una cosa es hacer oposición y otra, gobernar. El programa electoral que llevó Podemos a las últimas elecciones generales apostaba por poner freno a las grandes contrataciones en materia de Defensa: "Se auditarán, revisarán y renegociarán las adquisiciones con los contratistas para hacer viable el presupuesto" del Ministerio, rezaba el texto.
El grupo pacifista recuerda a Kichi que romper las "dinámicas nefastas" provocadas por PP y PSOE es enfrentarse a los "grupos de presión"
Utopía Contagiosa muestra además su sorpresa ante la votación de este tema en la Diputación de Cádiz, donde sólo se abstuvo Ganemos Jeréz (PP, PSOE, IU, Por Cádiz sí se puede y PA votaron a favor de fabricar las corbetas para Arabia) por sus "recelos antes las prácticas de Arabia Saudí contra los derechos humanos".
Para el colectivo antimilitarista, el drama del empleo en la provincia gaditana es "indignante" y hay que buscar "salidas urgentes e inmediatas", pero entiende que el trabajo "asociado a la fabricación de armas condena a Cádiz a la dependencia, a la precariedad laboral, a la insostenibilidad. Y ese es el problema que, al parecer, nadie quiere abordar", critica.
El artículo también rescata un mensaje escrito por González el 16 de febrero de 2016 en su cuenta de Facebook con el que respaldaba la operación. "Que nadie se atreva a cuestionar nuestro compromiso por aumentar la carga de trabajo para la Bahía de Cádiz (…) Todo mi apoyo a las negociaciones que la SEPI y la dirección de Navantia están desarrollando para que el contrato se firme de la manera más inmediata posible". Ante ello, Utopía Contagiosa recrimina a Kichi que su "apoyo no tiene medias tintas, ni matizaciones. No es que hayas dicho que no hay más remedio, que te ves obligado, que en el futuro procurarás que sea de otra manera. Has dado todo tu apoyo inequívoco y sin matices. Impresionante", reprueba el colectivo pacifista.
Un "parche temporal"
Esta plataforma asegura que "el contrato no es suficiente para enfrentar la difícil situación del empleo en la zona", sino un "parche temporal que no va a solucionar los problemas". Es más, a su juicio, "los va a enquistar: Cádiz va a ser durante más años dependiente de lo militar, como lo ha sido desde hace mucho. La misma perspectiva vital penosa, dependiente, azarosa", denuncia. Acto seguido, el grupo de investigación lanza otro dardo a Kichi, afirmando que un político con responsabilidad que viene a romper las "dinámicas nefastas" provocadas por PP y PSOE debería explicarlo claramente a la sociedad, incluso enfrentándose a los "interesados grupos de presión que pujan por el interés militarista".
En otra advertencia a González, el colectivo pacifista señala que "defender el empleo de Cádiz de la manera en que lo has hecho, las declaraciones que has hecho, Kichi, te hacen corresponsable de la política de defensa militarista y violenta que practican PSOE y PP. Y también del sostenimiento militar de la dictadura saudí", apostilla.
También asombra a Utopía Contagiosa que González ni siquiera reclame, "al menos como matización", partidas presupuestarias estatales destinadas al desarrollo económico sostenible de regiones en declive industrial. "¿Desconocimiento, desinterés, entrega a los intereses del militarismo?", se pregunta. En última instancia, los pacifistas denuncian que la empresa pública Navantia arrastra "una deuda espectacular, fruto de la falta de perspectiva real a medio y largo plazo, la nefasta gestión y lo catastrófico de su producción fallida", remachan.
