Al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, le ha salido muy caro este miércoles su minuto de televisión al lado de los taxistas, llamados hoy a la huelga frente al avance de plataformas como Uber y Cabify. Después de hablar delante de las medios en la Puerta de los Leones del Congreso y de saludar a Julio Sanz, residente de la Federación Profesional del Taxi de Madrid (FPTM), ambos han bajado a la Carrera de San Jerónimo entre un tumulto de cámaras para saludar y aplaudir a los miles de taxistas que se manifestaban en la Plaza de Neptuno.
Ha sido allí, delante las vallas, bajo fuerte vigilancia de los antidisturbios, donde un huevo ha impactado en la cabeza de Sanz y ha salpicado a Iglesias en la melena y en la ropa, pues se encontraba justo a su lado. Tras el incidente, el líder de Podemos apenas ha permanecido en el lugar unos minutos y se ha dado la vuelta para subir la cuesta, con el gesto torcido, hasta la entrada al Congreso por el Patio de Floridablanca.
Iglesias, acompañado de otros diputados como Rafael Mayoral, ha sido el único dirigente de las principales formaciones políticas que se ha acercado hasta la valla. Tanto PSOE como PP han recibido a Julio Sanz y a otros representantes del sector del taxi en dependencias parlamentarias. Ésta vez la foto y el aplauso le ha costado a Iglesias un disgusto.