El primer caso de bebés robados llegará a los tribunales presumiblemente el próximo mes de febrero, después de que el Juzgado de Instrucción nº 46 de Madrid haya solicitado a las partes personadas en la causa que presenten sus conclusiones provisionales como paso previo para fijar la fecha de la vista oral. El caso a juzgar es el de Inés Madrigal, que en 1969 fue entregada irregularmente en adopción a un matrimonio que no podía tener hijos.
Según el relato de hechos que recoge el escrito de conclusiones provisionales del letrado Guillermo Peña, que representa a Inés Madrigal en nombre de la asociación SOS Bebés Robados Madrid, Pablo Madrigal e Inés Pérez (ambos ya fallecidos) acudieron el 6 de junio de 1969 a la clínica San Ramón, ubicado en el número 143 del Paseo de la Habana de Madrid, tras recibir una llamada del doctor Eduardo Vela, entonces director del centro médico, para entregarles a una niña prematura que había nacido fruto de un embarazo no deseado. El facultativo conocía el deseo de la pareja de adoptar un niño a través de un amigo de juventud, el sacerdote jesuita Félix Sánchez Blanco, amigo también del matrimonio, que le había informado de la esterilidad de la mujer.
Inés Madrigal fue entregada a un matrimonio que no podía tener hijos sin ningún trámite de adopción previo
El facultativo certificó con su firma que él mismo había asistido al parto, simulando así que Inés Pérez había dado a luz, para que el matrimonio pudiera inscribir a la nacida como si fuera su hija biológica, cosa que hicieron el 7 de junio 1969 en el Registro Civil del distrito de Chamartín. “No se tramitó, pues, ninguna adopción, ni consta el consentimiento de la madre biológica en entregar a su hija en adopción”, dice el escrito de acusación. De esta forma, “se escamoteó a las entidades públicas competentes en materia de tutela de menores abandonados su reglamentaria intervención para garantizar la legalidad del proceso adoptivo”.
El letrado Guillermo Peña solicita para el doctor Vela por todos estos hechos una pena de 8 años de prisión por un delito de detención ilegal, 3 años de reclusión por el delito de falsedad documental, con la accesoria de inhabilitación para su profesión de facultativo durante 12 meses, y 2 años más de cárcel por el delito de suposición de parto/alteración del estado o condición del menor, también con la accesoria de inhabilitación como médico durante 6 años. En total, 13 años de prisión y 7 de inhabilitación.
El doctor Eduardo Vela es acusado de detención ilegal, falsedad documental y suposición de parto/alteración del estado o condición del menor
“No sé si soy una niña adoptada irregularmente o una niña robada, prefiero pensar lo primero –manifestó Inés Madrigal a Vozpópuli fechas atrás-. Solo saldré de dudas cuando aparezcan mis padres biológicos y me expliquen lo que ocurrió”. Inés se enteró de su condición de adoptada a los 18 años, “cuando mi madre me dijo que tenía que decirme una cosa importante. Yo la contesté que si lo que me tenía que decir es que era adoptada. Era una sospecha que tenía desde que yendo al colegio los hijos de un amigo de mi padre me llamaban adoptada, supongo que porque su padre lo sabía y se lo debía haber comentado ella, que nunca lloraba, ni siquiera cuando murió mi padre, rompió a llorar. Mi madre me contó que el padre Félix había mediado con un médico para que me dieran en adopción. Le pregunté si habían pagado por mí y siempre lo negó”.
3.000 denuncias
El caso de Inés de Madrigal es una de las 3.000 denuncias presentadas en toda España desde 2011 por el robo de niños en clínicas donde tras decir a los padres biológicos que habían nacido muertos o habían fallecido en las horas siguientes al parto eran entregados en adopción de manera irregular, en algunos casos a cambio de dinero. La práctica totalidad de las denuncias han sido archivadas por falta de pruebas o por prescripción.
“Este es el primer y único caso de bebés robados en el que se va a llegar a juicio y esperamos que sea el primero de otros muchos –dice la organización SOS Bebés Robados Madrid en un comunicado-. Esperamos que esto ayude a unificar criterios y continuar trabajando de forma seria en la búsqueda de la verdad y en la depuración de las responsabilidades a que haya habido lugar”.