Cristina Cifuentes ha sido la única dirigente del Partido Popular que ha osado mencionar abiertamente el problema de a corrupción en las numerosas intervenciones de dirigentes del partido durante los congresos celebrados este fin de semana. Los oradores siguieron la pauta señalada por Mariano Rajoy este viernes en Madrid, que obvió mencionar este asunto en su discurso de apertura del congreso regional, en el que pidió apoyo para la recién elegida presidenta y unidad en el partido para afrontar los retos del futuro.
Cifuentes no escurrió el bulto. Ante un auditorio repleto de dirigentes, alcaldes y concejales, y con Esperanza Aguirre sentada en primer fila, la nueva presidenta del PP madrileño se refirió a "las dificultades que ha atravesado el partido por la crisis económica y la corrupción, que hicieron cundir el desánimo entre la militancia y generaron alarma social entre los ciudadanos", mencionó, para exhortar luego a los suyos a 'recuperar la credibilidad perdida'. Cifuentes señaló como objetivo claro el recuperar la alcaldía de Madrid. "El Ayuntamiento no va a ser ni morado, ni rojo ni naranja, queremos que seaq azul", subrayó entre gritos enfervorizados de la concurrencia.
Ningún otro de los oradores en este congreso mencionaron esta cuestión que ha sacudido con fuerza los pilares del partido, especialmente en Madrid y la Comunidad Valenciana. Ni Cospedal, ni Feijóo, ni Maíllo, ni Herrera ni, por supuesto Rajoy se refirieron al principal problema del PP, en palabras antiguas de su presidente.
Amnesia general en toda España
No es escuchó tampoco la palabra 'corrucpión' en otros congresos regionales celebrados en estas horas. Pedro Antonio Sánchez, elegido sin rival presidente de la regional murciana, pese a estar imputado por el 'caso Audiitorio', optó por revindicarse frente a los ataques de que viene siendo objeto por parte del PSOE. "Tengo la conciencia muy tranquila", explicó ante los aplasuos de la concurrencia. Alfonso Alonso, confirmado en el País Vasco, se centró en ETA, las víctimas y la recuperación del partido en una zona donde languidece desde hace años. Asier Antona, consolidado jefe de filas en Canarias, proclamó la necesidad de impulsar un cambio político en las islas, pero se olvidó de mencionar a José Manuel Soria. Juan Manuel Moreno Bonilla, que sigue al frente de Andalucía, dedicó sus palabras para arremeter contra la Junta y mensionó, eso sí, los escándalos de la Junta que preside Susana Díaz. Ni una referencia alos problemas en su partido.
Cifuentes se hace con las riendas del PP de Madrid en un momento delicado, en el que todavía colean en los tribunales episodios severos de corrupción, como los casos Púnica y Gürtel, y con la decidida voluntad de atajar cualquier signo de desviación que aprecie en sus filas. "Seremos un partido beligerante con la corrupción", señaló. Y se quedó sola.