A partir del 1 de enero de 2015, los miembros de la Familia Real no podrán aceptar regalos que, por su "alto valor económico, finalidad o interés comercial o publicitario", puedan "comprometer la dignidad" de sus funciones institucionales, ni "favores o servicios en condiciones ventajosas" ni tampoco préstamos sin interés o dinero.
Así lo establece el régimen de regalos que acaba de aprobar la Casa del Rey siguiendo órdenes de Felipe VI, que entrará en vigor en enero y en el que también se obliga a los integrantes de la Familia Real bien a devolver el dinero que les sea entregado como obsequio o a donarlo, de forma anónima, a una entidad sin ánimo de lucro que persiga fines de interés general.
El nuevo régimen de regalos obligará bien a devolver el dinero que les sea entregado como obsequio o a donarlo, de forma anónima, a una entidad sin ánimo de lucro que persiga fines de interés general
Estos novedosos preceptos, que por vez primera regulan un ámbito para el que la Casa Real carecía de normas de actuación, distingue entre regalos institucionales, que siempre pasarán a Patrimonio Nacional, y los de carácter personal, que podrán aceptarse "cuando no superen los usos sociales o de cortesía"; en caso de excederlos, irán a Patrimonio o a entidades sin ánimo de lucro.
Otra importante novedad, según ha anunciado este jueves la Casa del Rey, es que la institución publicará anualmente en su página web la relación de obsequios institucionales entregados el año anterior, con descripción de todos los obsequios reseñados, identificación del donante y de la entidad a la que se hayan destinado.
También ha establecido un código de conducta para todos los empleados que trabajan para la Casa del Rey, quienes estarán obligados a mantener "un comportamiento ejemplar que contribuya" a que los ciudadanos crean, sientan respeto y confíen en la institución, han explicado en una sesión informativa con medios de comunicación fuentes del Palacio de la Zarzuela.