El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, estudia introducir varias modificiaciones de inspiración castrense en el protocolo de los actos oficiales del Cuerpo. En concreto, baraja que en determinados ceremonias haya desfile de agentes, descargas de fusilería y que la tradicional marcha fúnebre de Chopin que se toca cuando se realiza la ofrenda a los caídos sea sustituida por una canción militar de duelo a la que se le ha incluido la palabra "policía". Así lo ha denuncia a Vozpópuli el Sindicato Unificado de la Policía (SUP), mayoritario en esta institución, que asegura que la primera ceremonia en la que se iban a plasmar los cambios era la jura de 1.945 nuevos agentes en la Academia de Ávila del próximo 15 de junio. Miembros del equipo de Cosidó, sin embargo, sólo reconocen que su intención era que se hubiera entonado en dicha ceremonia una melodía usada en el Ejército "que ya se utilizó en el homenaje a los tres policías muertos en Galicia cuando se lanzaron al mar a salvar a un joven". También apuntaron que finalmente se había decidido aplazar cualquier cambio.
A la letra de la canción 'La muerte no es el final' se le ha sustituido la palabra "compañero" por "policía"
Según la denuncia del SUP, la idea del equipo de Cosidó y, más en concreto, de su número dos, el comisario Eugenio Pino, es que el acto de la jura, que lleva 24 años celebrándose sin apenas modificaciones, sufriera importantes innovaciones desde el comienzo. En concreto, se iba a incluir por primera vez el desfile de los banderines de distintas agrupaciones del Cuerpo, así como el izado de la bandera. "Ésta ondea en el mástil de la Academia durante todo el año y no entedemos porque ahora hay que arriarla para luego izarla", critican agentes destinados en dicha academia. A continuación, los agentes que juran su cargo deberían desfilar por el patio del recinto en "orden cerrado". Así, de hecho, se había comunicado a los alumnos, a los que se les había avisado que, dada la premura de tiempo, iban a recibir un cursillo intensivo de día y medio para que aprendiesen a marcar el paso correctamente.
Sin embargo, lo que más indignaba a los agentes es, precisamente, los cambios en el homenaje a los caídos. Hasta ahora, se hacía desfilar la bandera a media altura mientras varios policías trasladaban una corona de laurel hasta un monolito. Una vez allí, un miembro de la academia pronunciaba una palabras mientras sonaba de fondo la marcha fúnebre de Chopin. La intención de la Dirección General era sustituir esta música clásica por la canción 'La muerte no es final', que desde 1981 se interpreta en ceremonias militares similares, y que debería ser entonada por todos los policías presentes.
Para que todos los alumnos que participan en el acto se supieran la letra, la Dirección había dado la orden de entregarles una hoja con la letra, a la que se le había hecho una pequeña modificación para adaptarla a la institución: la palabra "compañero" es sustituida por "policía". Asímismo, se les facilitó un archivo de sonido en formato mp3 para que aprendiera a entonarla correctamente (para escucharlo, pinche el enlace bajo estas líneas).
“La muerte no es el final”
“Cuando la pena nos alcanza
de un Policía perdido
cuando el adiós dolorido
busca en la fe su esperanza
en tu palabra confiamos
con la certeza que tu
ya le has devuelto la vida
ya le has llevado a la luz
ya le has devuelto a la vida
ya le has llevado a la luz”
Para finalizar el acto, los supuestos planes de la Dirección General incluían una descarga de fusilería con salvas para la que aún no se había fijado todos los detalles, como el número de agentes que la realizaría. Las fuentes sindicales consultadas destacaban que este último elemento podría ocasionar problemas en aquellas juras que, por cuestiones climatológicas o porque el número de agentes que la realizan es pequeño, se desarrollan habitualmente en el pabellón cubierto de la Academia. "A este paso, a los alumnos se les va a terminar llamando reclutas", ironizan.