Nueva polémica en la concesión de medallas policiales... y esta vez, además, con tintes religiosos. La Dirección General de la Policía ha hecho público este lunes en su orden general la concesión de la medalla de oro al mérito policial, su máxima distinción, a una Virgen. En concreto, a Nuestra Señora María Santísima del Amor con cuya cofradía el cuerpo policial asegura compartir "una serie de valores como la dedicación, el desvelo, la solidaridad y el sacrificio". La concesión la firma el propio Jorge Fernández Díaz, quien siempre ha hecho gala públicamente de sus firmes convicciones religiosas. De hecho, no es la primera distinción de estas características que hace. En 2012 ya otorgó la Gran Cruz de la Guardia Civil a la Virgen del Pilar, patrona del Instituto armado.
Según destaca la Orden General, a la que ha tenido acceso Vozpópuli, la medalla tiene "carácter honorífico" y fue propuesta al Ministerio del Interior después de que la Junta de Gobierno de la Dirección General de la Policía, presidida por Ignacio Cosidó, la acordarse en una reunión celebrada el pasado 31 de enero al considerar que la figura religiosa cumplía los artículos 4 y 5 de la ley de franquista que desde 1964 rige la concesión de estas distinciones policiales. En concreto, la medalla es "es favor de la Advocación Mariana titular de la Real Excelentísima, Muy Ilustre y Venerable Cofradía de Culto y Procesión de Nuestro Padre Jesús 'El Rico' y María Santísima del Amor", con quien el Cuerpo Nacional de Policía asegura mantener "una estrecha colaboración, principalmente en actos celebrados durante la Semana Santa". No obstante, la titular de la condecoración, como destaca el escrito, es Nuestra Señora María Santísima del Amor.
Criticas policiales
La concesión no ha tardado en provocar críticas en el seno de la Policía, donde la entrega de medallas a personas e instituciones ajenas al cuerpo, aunque sea con carácter honorífico, no se entiende. El portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP), José María Benito, mostraba a este diario su incredulidad ante esta última decisión: "No tengo nada contra esta Virgen, pero no me parece normal que se le dé la medalla mientras agentes que se han jugado la vida no reciben ni una palmadita en la espalda". Su sindicato es, de hecho, uno de los más críticos con los criterios que se siguen a la hora de decidir que policías reciben o no las condecoraciones policiales.
No obstante, basta echar un vistazo a las cerca de 3.800 medallas al mérito policial que con motivo de la celebración del patrón de la Policía se concedieron en octubre del pasado año para descubrir que entre ellos había 449 agraciados que no pertenecían a ninguna de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Entre ellos, además, figuraban nombres con evidentes tintes religiosos, como la que se le concedió a monseñor Esteban Escudero Torres, obispo de la diócesis de Palencia, provincia en la que fue elegido como diputado el actual director general de la Policía, Ignacio Cosidó. También les concedieron medallas a Sebastián Llanes, párroco de la Iglesia Corpus Christi de Algeciras (Cádiz), y a un miembro del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, Francisco Velez de Luna. En 2012, la recibió al arzobispo de Barcelona, Luis Martínez Sistach.