El conseller catalán de Asuntos Exteriores y Relaciones Institucionales, Raül Romeva, inauguró este lunes la, en sus palabras, "austera" delegación de la Generalitat en Lisboa, con la que el Gobierno de Cataluña pretende reforzar las relaciones con Portugal. "Es la hora de hacer más sólidas las relaciones de colaboración de la Generalitat con las instituciones y las empresas de Portugal", señaló Romeva durante el acto en Lisboa, en el que aseguró que con la apertura de la delegación también reivindican "un proyecto político propio".
"En el momento en el que aspiramos a convertirnos en un país con todas las herramientas para garantizar un Estado más justo, propio y más libre, proyectos como éste nos hacen más fuertes y útiles para la ciudadanía", añadió Romeva, que señaló que Cataluña quiere ser "un actor activo" en el exterior. Recordó además que Cataluña y Portugal comparten "estrechas relaciones económicas, sociales y políticas", ya que Portugal es el país europeo donde hay más empresas catalanas y el cuarto mayor importador de bienes catalanes.
La de Lisboa, situada en la céntrica y majestuosa Avenida da Liberdade, es la octava delegación de la Generalitat catalana en el extranjero
"Queremos reforzar la presencia de empresas y organizaciones catalanas en Portugal y fortalecer la colaboración entre gobiernos e instituciones", dijo el conseller, que reiteró la voluntad de "trabajar más" con las autoridades portuguesas y establecer canales de comunicación "directos, sin intermediarios". Además de fortalecer las relaciones de la Generalitat en el exterior, las delegaciones tienen como función ofrecer un servicio de apoyo a los ciudadanos catalanes en el extranjero.
Aseguró que Cataluña debe tener una presencia internacional "dinámica, activa, dialogante y abierta" y que la apertura de la delegación en Lisboa supone un paso más en este objetivo. Romeva, que aseguró que es "absolutamente casual" que la inauguración se produzca días antes de la Diada, señaló que la oficina de Lisboa es actualmente una "delegación" pero admitió la posibilidad de que en el futuro se convierta en una embajada en el caso de que Cataluña se constituya como un Estado independiente.
La de Lisboa, situada en la céntrica y majestuosa Avenida da Liberdade, es la octava delegación de la Generalitat catalana en el extranjero y se une a las que ya existen en Londres, Bruselas, Viena, Berlín, París, Roma y Washington.
