La cabalgata de Reyes remató las primeras navidades de Manuela Carmena al frente del Ayuntamiento de Madrid. Casi nada nuevo, salvo algún ramalazo sectario propio de personas poco amantes de las libertades. Ha sido un desfile con patrocinios como otros años, aunque la voluntad del Gobierno municipal es reducirlos. Castigar a unos niños de Carabanchel sin salir a la cabalgata de su barrio por ir a un colegio católico que, al parecer separa en algunas clases por sexo, no parece muy apropiado en los años que corren. Los niños no tienen la culpa. En otro barrio se quiso cambiar el rey por una reina...
La cabalgata central fue, como ha venido siendo en los últimos años, algo más parecido a un carnaval que una clásica parada navideña de los años 80 en la que el Ayuntamiento se limitaba a pasear unas carrozas sin mucha unidad. Este año se optó por poner como título ‘El Viaje’ al espectáculo de más de dos horas por la Castellana. Se reivindicó el respeto al medio ambiente, se defendió la Amazonia, salieron globos con forma de animales y más de 300 ciclistas para fomentar este medio de transporte, peligrosísimo en la ciudad. Las distintas culturas pasearon bajo un frío que no se recordaba hace meses.
El PP del Ayuntamiento criticó que se hubiera organizado un carnaval. Parece olvidar que el primero que retiró los símbolos cristianos de la cabalgata fue Ruiz-Gallardón
El PP del Ayuntamiento criticó el hecho de que se hubiera organizado un carnaval. Parece olvidar que el primero que inició retirar los símbolos cristianos de la cabalgata, algo normal en una sociedad plural, fue Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de Madrid por su partido. No hubo animales en La Castellana. Las ocas de Miguelín, el pastor palentino, se partieron en dos grupos y viajaron a Roquetas de Mar y Palencia para delicia de los más pequeños. Parece que el Gobierno de Ahora Madrid no quiere que los animales tengan stress. Por eso tampoco salieron los camellos, animal unido a las cabalgatas desde que se creó esta tradición.
La salida de los animales de la cabalgata fue premiada con piropos por las asociaciones protectoras de animales. Fue uno de los pocos gestos de izquierdas de la fiesta de los niños. El desfile fue lúdico, con representaciones de lo que se supone que es un viaje largo, con nubes, mal tiempo, rayos y truenos. Pero reivindicar la mejora del medio ambiente hace años que dejó de ser patrimonio de la izquierda.
Los discursos de los tres Reyes Magos fueron tan correctos como los últimos años, quizá más bellos literariamente con una llamada a los niños que “son el futuro” y “un tesoro”. Pidieron paz y guerra a la pobreza como lo han hecho en los últimos 25 años, y cuidar el planeta como lo hicieron en muchas ediciones anteriores. Las bicicletas son para los Reyes Magos “un símbolo de la alegría de vivir juntos”. Baltasar interpretó una pieza musical con un curioso instrumento de cuerda.
El resto de la Navidad
Madrid no ha tenido una Navidad muy diferente con el equipo de Ahora Madrid. El dispositivo de las campanadas de la Puerta del Sol fue bueno y no hubo incidentes. A la capital de España aún le falta dar ese salto de magia que tienen otras ciudades europeas estas fechas.
Los primeros días hubo 'pereza' municipal hacia los belenes, pero finalmente se pusieron. Ganó la Comunidad de Madrid que logró que las colas para ver su macromontaje sobre el nacimiento fueran impresionantes. Además montó una casa de los Reyes en otro edificio del Gobierno regional lo que aumentó la afluencia de niños, protagonistas básicos de la Navidad.
El programa navideño del Ayuntamiento ha sido casi continuista salvo la salida de los animales y el incidente de Carabanchel. Se han organizado más actos culturales en los barrios a los que se ha prometido que se les devolverán las competencias para resolver sus problemas que les quito el alcalde Ruiz-Gallardón. Para empezar las cabalgatas reivindicativas de los barrios tuvieron apoyo municipal.