El juego de las sillas ha regresado al Congreso y ha vuelto a provocar el descontento de Podemos que ya en la pasada legislatura mostró un monumental enfado por la ubicación de sus diputados en el llamado gallinero. En esta ocasión, la resolución de la Mesa sobre dónde se sentará a partir de ahora cada parlamentario tampoco ha gustado al partido liderado por Pablo Iglesias, ya que considera injusto el nuevo diseño: sus 71 escaños la convierten en la tercera formación más grande del hemiciclo, pero solo tiene tres asientos en primera fila.
Mientras tanto, Ciudadanos, que cuenta con la mitad de escaños, tiene cinco puestos en la codiciada fila; ERC queda colocada en la parte central de la grada, en quinta fila, al lado del Grupo Mixto y los cinco diputados del PNV se sitúan también en esa grada pero en primera y segunda fila, junto a los diputados de Ciudadanos a un lado y con más representantes de Podemos detrás. (En la imagen superior).
El nuevo reparto es muy similar al que provocó el rechazo de Podemos el pasado 9 de agosto, pero el partido de Iglesias habría terminado accediendo
Por tanto, el nuevo reparto es muy similar al que provocó el rechazo de la formación morada el pasado 9 de agosto, pero el partido habría terminado accediendo a la propuesta este jueves porque "aunque siga sin gustarles", como ha señalado la miembro de la Mesa de este partido Gloria Elizo, prefieren dedicarse a "cosas más importantes".
Así, la Mesa del Congreso ha conseguido acordar por unanimidad el reparto de escaños de los grupos parlamentarios en la Cámara Baja, tal y como ha anunciado la presidenta del Congreso, Ana Pastor, quien ha recordado que buscaba el mayor consenso posible para este reparto.
Si bien la polémica del gallinero se zanjó con una rectificación por parte del órgano rector de la cámara -que al igual que en la breve legislatura anterior cuenta con mayoría de Ciudadanos y PP-, acomodando a Podemos en las primeras filas del hemiciclo, donde la visibilidad televisiva es mejor, las reclamaciones de la formación morada del 9 de agosto no han derivado en importantes modificaciones.
Compromís, en el 'gallinero'
El primer bache en la búsqueda de consenso lo generaron los ocho escaños que la antigua Convergència Democràtica de Cataluña ha dejado libres en la bancada central del hemiciclo, un codiciado espacio que ha generado la disputa entre los partidos, principalmente, entre Podemos y ERC.
Francesc Homs, portavoz de PDC, la antigua Convergència integrada ahora en el Grupo Mixto finalmente no tendrá acceso a pasillo y quedará difuminado en mitad de la bancada central. El partido catalán ocupará cuatro escaños al lado de ERC y otros cuatro en la fila superior. Por su parte, los cuatro diputados Compromís se sentarán en el 'gallinero', esto es, las filas más elevadas y su líder, Joan Baldoví, tampoco tendrá una visibilidad privilegiada.
