La Generalitat pisa el acelerador rumbo a la celebración del referéndum. Aprobado el presupuesto que incluye en forma subrepticia una dotación para la consulta, el Gobierno de Puigdemont da un nuevo paso. La consejería de Gobernación acaba de sacar a concurso un contrato para el suministro de material electoral para los próximos comicios al Parlamento. Nada se dice del referéndum, para eludir así la acción de la Justicia y un seguro recurso del Gobierno ante el constitucional.
La licitación se refiere a material dividido en cuatro lotes: sobres electorales, papeletas, instrucciones para los miembros de las mesas e impresos. No se habla de las urnas, elemento clave en una consulta. en el denominado 'proceso participativo' del 9N, las urnas fueron elaboradas por los internos de la prisión de Lérida. Seis mil cajas de cartón a dos euros el ejemplar.
Concluída la consulta, nada se informó sobre el destino de las urnas. Fuentes del departamento de Gobernación señalan que se ignora su paradero. la Generalitat no procedió a recoger el elemento de la polémica. Algunas quedaron en los institutos que fueron utilizados como colegios electorales, otras se guardaron en almacenes de alguna sede de la ANC, asociación que promueve los actos por la independencia. Otras incluso pudieron enviarse al basurero o al reciclaje, según estas fuentes.
Consulta antes de septiembre
El nuevo referéndum que propugna Puigdemont, deberá celebrarse antes de septiembre, según los anuncios de los portavoces del Ejecutivo catalán. El Gobierno central repite con insistencia que no se celebrará. Ni siquiera se sacarán las urnas. "Puede que lo convoquen pero no pasará como en 2015. No habrá jornada plebiscitaria", mencionan fuentes de Moncloa. El intento del 9N dio lugar a la inhabilitacón del expresidente Artur Mas y el diputado nacional, Francesc Homs.
Por el momento, no hay urnas. No hay concurso de licitación. recurrir al procedimiento anterior, el encargarlas a la prisión, llevaría al Gobierno central incluso a recuperar las competencias sobre prisiones para frenar el intento, comentan en fuentes oficiales. Las urnas, de momento, siguen en el aire. Tanto en forma de plebiscito como en la versión concreta de la caja de cartón.