Respuestas inexactas, evasivas, contradicciones... así fueron los ochenta minutos de declaración del secretario general de Unicaja, Ángel Fernández Noriega, el pasado día 11 ante el titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de la Audiencia Nacional, el juez Santiago Pedraz, y el fiscal Daniel Campos. El imputado comenzó su interrogatorio, al que ha tenido acceso Vozpópuli, señalando que no era cierto que Unicaja pagase más de un millón de euros a la asociación de Luis Pineda, Ausbanc, a cambio de que el sindicato Manos Limpias retirase la acusación contra el presidente de la entidad, Braulio Medel, en el caso de los ERE fraudulentos en Andalucía.
El investigado explicó que la imputación de Medel en dicha macrocausa de corrupción era una "cuestión particular", un "tema propio" y que "evidentemente" él sabía que "el señor Pineda estaba personado en la causa de Manos Limpias" porque era algo público. No obstante, el directivo negó que conociese que Pineda estaba dispuesto a retirar la acusación contra Medel -de hecho, lo hizo- a cambio de recibir una abultada suma de dinero. "Yo no tenía conocimiento de ese planteamiento", recalcó.
Fernández Noriega acabó confesando ante el juez y el fiscal había hablado con el presidente de Ausbanc de la imputación de Braulio Medel
Sin embargo, a medida que el interrogatorio fue avanzado surgieron los problemas para el secretario general de Unicaja. Llegaron las preguntas incisivas del fiscal Campos y la reproducción de los 'pinchazos telefónicos' dentro de la sala. Eran conversaciones de Fernández Noriega con Luis Pineda. Aun así el acusado trató de negar la mayor y dijo: "¿Esa es mi voz?" Entonces, la Fiscalía le explicó que se había intervenido el teléfono del presidente de Ausbanc y el número 67XXXXXX0. ¿Conoce ese teléfono?, preguntó Daniel Campos: "Sí, es mi móvil y si ese es mi móvil ese soy yo, obviamente".
En dicha conversación, Pineda le explica que "va el primero" (en referencia a Medel y su declaración como imputado ante la juez). En un primer momento, el directivo de Unicaja contesta con evasivas y risas pero, segundos después, reconoce que deben estar hablando del tema de los ERE. "Debe ser eso", apuntó. Pero el mal rato que pasó Ángel Fernández Noriega en la Audiencia Nacional no acabó ahí. Se emitió una segunda intervención telefónica en la sala de vistas y una tercera donde se escuchaba "hemos quedado en dejarle sufrir diez minutos (…) yo lo llamo para poner en marcha lo que hemos hablado".
A continuación, la Fiscalía pregunta ¿Y por qué le mandaba usted, que era el secretario general de Unicaja, información sobre el tema de los ERE al abogado de la acusación contra Braulio Medel? ¿Le parece normal que usted le envié información al abogado de la acusación? "No, no es normal", explicó el abogado de la acusación. "Lo que yo he dicho yo lo reconozco". "Ha sido un error", añadió Fernández Noriega pero "yo quería saber hasta dónde llegaba", en referencia a Pineda.
Sin embargo, la mayor de las contradicciones en las que incurrió el secretario general de Unicaja se produjo cuando con décimas de segundo reconoció que en uno de los 'pinchazos' telefónicos hablaba de las preguntas que Manos Limpias iba a formular a Medel durante su declaración judicial. "Que sean cortitas", dice Fernández Noriega.
Los 'pinchazos telefónicos' que se escucharon en la sala de vistas hicieron tambalear la estrategia de defensa del directivo de Unicaja
Entonces, la Fiscalía le apretó las tuercas al acusado y éste entonó el 'mea culpa'. El fiscal Campos: “¿son las preguntas que don Luis Pineda iba a hacerle a don Braulio Medel en el tema de los ERE? "No, no...", respondió el imputado. El fiscal insiste: Vamos a ver, por centrar ese tema: "Sí, sí, sí son”. El representante del Ministerio Público, repregunta ¿sí o no? "Sí", concluye el investigado.
En el auto donde el juez Pedraz envió a prisión a Pineda y Bernad se explicaba que la cantidad de dinero que Unicaja tenía que pagar al grupo Ausbanc para que Manos Limpias solicitase el archivo de la causa en lo relativo a Medel rondaría la cantidad de un millón de euros: 600.000 euros se tenían que pagar previamente a la declaración del presidente de la caja, y así se hizo, y los 400.000 euros restantes tras la misma para que por parte de Manos Limpias se presentase el escrito solicitando el archivo de la causa. Pago que se efectuó el 1 de marzo, según las pesquisas.