"Parecen ustedes colegiales". Así se expresó en la última declaración del juicio de las 'tarjetas black' la jueza Ángela Murillo, en referencia a acusados y abogados. Y como buenos "colegiales", lejos de hacer bueno el dicho de la unión hace la fuerza, los procesados por el escándalo de Caja Madrid han recurrido al enfrentamiento interno para salvar sus posiciones. La batalla tiene tres principales protagonistas: el ex director financiero, Ildefonso Sánchez Barcoj; el exvicepresidente, José Antonio Moral Santín; y el ex secretario del consejo, Enrique de la Torre.
El enfrentamiento se ha recrudecido en los últimos días, con varios escritos cruzados entre las defensas de Moral Santín y De la Torre. El primero acusó al segundo de "inexactitudes y argumentos falsarios en apoyo de su tesis defensiva e incluso más". A lo que el exsecretario respondió que "resulta verdaderamente temerario que quien únicamente se dirigía a mi mandante, en sus tiempos de consejero, para pedirle entradas a la ópera o gestiones diversas, ahora pretenda descargar sobre el secretario los excesos en que incurrió usando la tarjeta".
Este cara a cara pone de manifiesto el malestar y el daño que hizo entre los acusados la declaración del ex secretario del consejo. De la Torre lanzó un misil contra la línea de flotación del resto de procesados al afirmar que las 'tarjetas black' no eran una retribución de los consejeros, sino "para gastos de representación". Esta línea de defensa hizo tanto daño que ya apenas acusados le dirigen la palabra en la Audiencia Nacional.
Lejos de ablandarse por ello, el letrado de De la Torre lanza varios dardos contra Moral Santín en un escrito de la semana pasada: "El Sr. Moral Santín confundió sus deseos con la realidad", expone. "Este acusado no debería apresurarse tanto a acusar a otro de ser un falsario, un mentiroso y no sabemos qué otras cosas", recordando que en el informe de Gobierno Corporativo de Caja Madrid en 2005 figuraban una retribución de 21.900 euros, cuando gastó 41.800 euros con la tarjeta. Como refleja este escrito, la guerra ya es abierta.
Antigua disputa
Moral Santín no es el único que se ha enfrentado al exsecretario, también lo ha hecho Barcoj, quien ha pedido al tribunal un careo con De la Torre, debido a que éste le señaló como el responsable de toda la gestión de las tarjetas black. Los dos exdirectivos de confianza de Miguel Blesa ya tuvieron un choque frontal a finales de 2008 debido a la indemnización del exsecretario, que ahora están reeditando en la Audiencia Nacional.
El ambiente del juicio se ha ido enrareciendo a medida que avanza el juicio y los acusados reciben malas noticias de la mano de testigos y algunos de sus compañeros de banquillo. Al igual que con De la Torre, los procesados Juanjo Azcona y Virgilio Zapatero vinieron a contradecir al resto al negar que las tarjetas opacas vinieran del predecesor de Blesa, Jaime Terceiro; y respaldaran que percibieron esta remuneración como algo irregular, por lo que sólo la usaron para gastos de representación de la caja.
Por si fuera poco, los testigos que ya han declarado en la Audiencia han tirado por tierra todos los argumentos de las defensas. Entre otros, lo han hecho los declarantes clave Francisco Verdú, ex consejero delegado de Bankia con Rodrigo Rato; el propio Terceiro; e Iñaki Azaola, auditor interno de Bankia que elaboró el informe que dio pie a la causa.
Entre los acusados ha crecido el temor a que alguno de sus compañeros de banquillo haya alcanzado un pacto con la Fiscalía
Entre los acusados está creciendo el temor a que alguno de los procesados haya alcanzado un pacto con la Fiscalía de rebaja de la pena a cambio de declarar en contra del resto. Entre los nombres más repetidos están el de De la Torre y el de Azcona, cuya letrada abrió la puerta por error a la declaración del director de la asesoría fiscal de Bankia, Javier María Tello, quien contradijo a todos los acusados al afirmar que Hacienda nunca tuvo constancia de las 'tarjetas black' en sus inspecciones.