El techo de cristal, esa barrera disimulada que entorpece el ascenso laboral de las mujeres en interior de algunas organizaciones, ha encontrado una nueva dimensión en el mundo del cine. A la escasa presencia femenina en puestos de responsabilidad como la dirección, producción o guión se suma la brecha de la edad a la que han de enfrentarse numerosas actrices cuando pasan los 35 años y dejan de recibir ofertas para para ocupar el rol protagonista en proyectos interesantes, un fenómeno al que las cineastas ya denominan 'techo de celuloide'. Un informe reciente llevado a cabo por la Universidad estatal de San Diego revela que solo el 7% de los 250 estrenos más taquilleros de EEUU en 2016 contaron con una mujer detrás de la cámara, dos puntos menos que el 9% de los debuts que tuvieron lugar en 2015.
En las 143 películas estrenadas el año 2015 en España, sólo hay un 19% de mujeres directoras, un 12% de guionistas, un 24% de productoras ejecutivas y un 25% de montadoras
"Estoy anonadada. Me parece increíble que la cifra haya disminuido después de toda la atención y la conversación generada en los dos últimos años en esta industria. Está claro que los remedios puestos en marcha no funcionan", ha llegado a declarar la autora del estudio, Martha Lauzen. En el mercado español los datos son algo más alentadores, pero no dejan de ser preocupantes. En las 143 películas estrenadas el año 2015, sólo hay un 19% de mujeres directoras, un 12% de guionistas, un 24% de productoras ejecutivas y un 25% de montadoras. Son datos del último estudio presentado por la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA) que han vuelto a salir a flote durante la conmemoración de los 10 años de la Ley de Igualdad.
El porcentaje es aún menor en efectos especiales (11%), dirección de fotografía (9%), sonido (7%), y composición musical (5%). Solo en dirección de producción (un 43% de mujeres) y en dirección artística (44%) las cifras tienden a igualarse, mientras que diseño de vestuario y maquillaje y peluquería son las únicas categorías donde predominan las mujeres, con un 92% y 75% respectivamente. Se trata, de acuerdo al análisis, de empleos asociados a los roles tradicionales de la mujer, incluso en el caso de la dirección de producción, donde aparece el "rol de atender a la organización y distribución de recursos".
Actores y actrices
Las actrices también salen perdiendo en términos de desempleo, brecha salarial y de edad. Este colectivo sufre una tasa de desocupación seis puntos por encima de los hombres, cobran menos y trabajan sin contrato en más ocasiones de acuerdo al Estudio sociolaboral del colectivo de actores y bailarines en España, un trabajo que la Fundación AISGE desarrolló a lo largo de todo 2016 basándose en 3.000 encuestas.
Del total de artistas españoles, solo el 8,17% puede vivir de su profesión al ingresar más de 12.000 euros anuales; un 2,15% supera los 30.000, mientras que el 57% de intérpretes nacionales no consiguen empleo en el sector. Unos datos desalentadores que se acentúan aún más en el caso de las actrices, cuya tasa de desempleo se eleva al 51,6% y desciende hasta un 45,4% entre los varones.
Además, trabajan menos días al año que sus compañeros y predominan en el segmento de ingresos inferiores a 600 euros anuales con un 35% de representación frente a un 24% entre los hombres. Por el contrario, en franjas de ingresos mayores, su presencia empieza a escasear: solo el 26% de actrices perciben más de 6.000 euros al año, un porcentaje que en el caso de los actores alcanza el 39%.
La barrera de los 35
"Las mujeres tenemos la extraña costumbre de cumplir años", bromeaba una conocida actriz en un evento reciente. Varias son las intérpretes que están denunciando la presión a la que se ven sometidas por la industria del cine, pues, pasada la barrera de los 35 años, los papeles de peso en una serie o película empiezan a mermar. "Nadie les dice directamente que no las coge para interpretar un papel porque prefiere a alguien más joven, pero luego obviamente se dan cuenta de quiénes han logrado hacerse con el personaje", cuenta una representante de actores y actrices españoles que prefiere no dar su nombre.
"Cuando presentas un proyecto a un medio de televisión, los responsables suelen pensar quiénes son las candidatas idóneas para representar los papeles. Son empresas privadas y tienen que generar ingresos, por tanto, no podemos hacer nada por evitar que elijan", dice. Además, el sector de mujeres cineastas revela que debido a esta presión, muchas actrices "terminan operándose" para parecer más jóvenes, una idea que no a todas les beneficia profesionalmente, ya que la expresión facial puede terminar paralizada. "En las producciones audiovisuales de Reino Unido, por ejemplo, tienen cabida mujeres de todo tipo", compara.