Son las 16:30 horas y un grupo de jóvenes actrices está cambiándose en el vestuario de una conocida escuela de interpretación de Madrid. Faltan quince minutos para que comience la clase y un par de ellas comentan que se han apuntado a un curso de actuación para cine con un profesor muy reputado, pero que es un poco "guarro". El resto asiente mientras se descalzan y se visten con ropa cómoda. "Sí, ya me lo habían dicho, lo sabe todo el mundo", apunta una de ellas con toda naturalidad. La escena es real. Ana, nombre ficticio para una actriz que prefiere mantenerse en el anonimato, cuenta a altavoz cómo sus compañeras charlaban tranquilamente sobre lo incómodas que se habían sentido al interpretar ciertas situaciones "subiditas de tono" delante del reputado formador.
La figura del tipo poderoso que utiliza métodos poco ortodoxos con las actrices jóvenes es algo vox populi en el mundo del cine"
Han pasado unos años de aquello, ella estaba empezando en el mundo del cine y, lejos de darle importancia, todo se quedó en una anécdota... Hasta que las numerosas alegaciones contra el todopoderoso productor de Hollywood Harvey Weinstein por acoso sexual comenzaron a hacerse públicas. "La figura del tipo poderoso que utiliza métodos poco ortodoxos con las actrices jóvenes es algo vox populi en el mundo del cine. Hay directores en España, tanto fallecidos como en activo, que tienen fama de no ser muy profesionales en este aspecto, pero se habla de ello con normalidad, cero escándalo", reconoce la joven.
Dificultad de probarlo
Aunque asegura que la conversación en aquel vestuario le horrorizó, reconoce que no le pilló por sorpresa. "Parece que cuando estas empezando se cuenta con ello. Pero aunque se trate con normalidad, es un tema muy delicado porque para alguien que quiere ser actriz y no tiene experiencia es muy difícil diferenciar si las escenas de contenido sexual son así porque sí, y como intérprete debes acostumbrarte a ellas, o en algún momento estás siendo víctima de actitudes poco profesionales. Supongo que con el paso de los años te curtes y sabes diferenciar mejor cuándo se trata de una situación u otra", comenta a altavoz.
El miedo y la dificultad de probarlo son dos causas fundamentales por lo que este fenómeno permanece escondido"
Ni ella ni ninguna de las jóvenes que se habían quejado de lo incómodo que era asistir al curso de actuación con el aclamado profesor se planteó en ningún momento la posibilidad de denunciar públicamente las prácticas de este a la hora de enseñar interpretación. Un "atrevimiento" que sí se está dando en Estados Unidos contra el hombre detrás de producciones como Pulp Fiction, Shakespeare in Love, El paciente inglés o El discurso del rey a raíz de que The New York Times publicase los testimonios de las víctimas de sus acosos y agresiones sexuales, eso sí, después de 20 años de silencio.
"No solo en España no hay denuncias, al productor americano se le ha denunciado después de muchos años de acoso. El miedo y la dificultad de probarlo son dos causas fundamentales por lo que este fenómeno permanece escondido, esta situación se agrava sobre todo en las profesiones donde la intermitencia laboral es una característica de la actividad", explica a este diario el secretario general de la Unión de Actores y Actrices, Iñaki Guevara. "El acoso en una sociedad como la nuestra es algo que se produce en todos los ámbitos sociales cuando se da una situación de poder y que permanece oculto para aquellos que tratamos de defender los derechos de trabajadores y trabajadoras. Podemos presumir que tales hechos se producen, pero no tenemos hechos que lo prueben", reconoce.
Protocolo contra el acoso
Como en todos los colectivos laborales, continúa Guevara, quienes están más desprotegidos y sufren más discriminaciones son más vulnerables, el reto está en aportar todas las herramientas posibles para dar capacidad de eliminar la vulnerabilidad. "Sin ir más lejos nosotros en el último convenio colectivo que se aplica en cine introdujimos un protocolo contra el acoso sexual, hay que poner las herramientas para conseguir que estos casos salgan a la luz y no se mantengan impunes", destaca.
En este protocolo definen como acoso sexual "cualquier comportamiento contrario a la dignidad y libertad sexual, cuyo carácter ofensivo e indeseado por parte de la víctima es o debería ser conocido por la persona que lo realiza, pudiendo interferir negativamente en su contexto laboral o cuando su aceptación sea utilizada como condición para evitar consecuencias adversas tanto en el desarrollo del trabajo como en las expectativas de promoción de la víctima".
"Constituye acoso por razón de sexo toda conducta gestual, verbal, comportamiento o actitud que atente, por su repetición y/o sistematización, contra la dignidad y la integridad física o psíquica de una persona, que se produzca en el marco de organización y dirección de una empresa, degradando las condiciones de trabajo de la víctima y poniendo en peligro su empleo", se añade en el texto.
Las "hienas" de Weinstein
Entre los testimonios de las víctimas de Weinstein, de 65 años, destaca el de la modelo y escritora Zoë Brock, que alerta sobre el "clan de hienas" que le ayudaba a extender su red de abusos en diversas localizaciones de EEUU y Europa: "Estamos acostumbradas a depredadores que actúan solos, pero cuando se juntan son como un clan de hienas, y la cosa cambia mucho".
"Hay facilitadores por todos lados", asegura a The Guardian Jeff Herman, un abogado que representa a víctimas de abuso sexual y que está investigando las opciones judiciales que tienen algunas de las presuntas víctimas de Weinstein. "Las empresas en las que trabajan los depredadores a menudo facilitan encuentros que disfrazan de reuniones de trabajo [...] Envían limusinas para recoger a la víctima, compran billetes de avión. Este tipo de hombres no hacen las reservas ellos mismos", dice.
En la misma línea, la actriz francesa Florence Darel contó a Le Parisien que en varias ocasiones se negó a reunirse a solas con Weinstein, pero que su representante le insistía en que fuera. "¿Por qué los representantes envían a actrices jóvenes a reunirse solas con depredadores?", se pregunta. "¿Por qué se espera que nos reunamos con productores en habitaciones de hotel?".
Los 'Weinsteins' españoles
En España, aunque algunas actrices, como Leticia Dolera, han invitado a "reflexionar" sobre los escándalos de Weinstein y a denunciar si han sido víctimas de delitos similares a lo largo de su trayectoria profesional, el silencio ante estas situaciones sigue predominando. Días antes de publicar este artículo, este diario se ha puesto en contacto con diversas agencias de representación de actores y actrices, además de con diversas academias y asociaciones como la de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA), que ha declinado participar por falta de "datos" ante las preguntas sobre si el caso de Weinstein es un asunto aislado en Hollywood o también podría darse en España o si las actrices tenían miedo a quedarse sin papeles por ser contestatarias ante situaciones de ese tipo.
Nos toca reflexionar ya que aquí hay mucha gente que ama y se dedica al cine. En realidad hay muchos Harveys Weinsteins en la industria del cine. A esos hay que denunciarlos"
"Es muy grave porque este tipo todopoderoso ha estado durante décadas ejerciendo su poder con abusos. Nos toca reflexionar ya que aquí hay mucha gente que ama y se dedica al cine. En realidad -ha dicho- hay muchos 'Harveys Weinsteins' en la industria del cine. A esos hay que denunciarlos", alentó la también cineasta Dolera al recibir el Premio Bacardí al Espíritu Indomable en el Festival de Cine de Sitges.
Además, añadió que muchas mujeres "modelos, actrices, guionistas" han denunciado "muchas veces sin que nadie les creyera". "Cuando una compañera, una amiga os diga que han abusado de ella, creedle. Estamos hartas de esos mitos que dicen que se trata de manipuladoras, o mentirosas. Plantarle cara al machismo y al patriarcado es ser indomable", ha concluido.
Argumento para el cine
Las historias sobre acoso sexual en la industria del cine tienen tal calado que se han convertido a su vez en el argumento de algunas películas, series de televisión y documentales. El periodista especializado en cine Antonio Díaz, afincado en Turín, pone la cinta DiDi Hollywood, de Bigas Luna, como ejemplo. En ella, Diana Díaz (Elsa Pataky), una ambiciosa joven que sueña con triunfar como actriz en Hollywood, está dispuesta a todo con tal de conseguirlo. Harta de trabajar sirviendo copas en una discoteca, se va a Miami, pero tampoco allí las cosas son fáciles y sólo encuentra trabajo en la grasienta cocina de un restaurante cubano. Allí, conoce a Nora (Giovanna Zacarías), una cantante aventurera con la que entabla una gran amistad, y a Robert (Luis Hacha), un ayudante de dirección mexicano que se enamora perdidamente de ella. Los tres deciden ir a Hollywood. A pesar de que su vida cambia radicalmente, aprenden una gran lección: lo peor que puede sucedernos es que nuestros deseos se hagan realidad. "Hay una escena en la que Elsa Pataky es forzada a mantener relaciones sexuales para poder acceder a un contrato", destaca Díaz.
"En The Last of Robin Hood, una película codirigida por Richard Glatzer y Wash Westmoreland se habla de los dos últimos años de la vida del actor Errol Flynn, nacido en Tasmania. De cómo mantenía relaciones sexuales con una menor de edad, la adolescente Beverly Aadland (Dakota Fanning), a la que iba a lanzar al estrellato", señala. "El hecho de que el acoso se haya retratado en el cine demuestra que en la industria es un problema que se conoce... Lo terrible es que era concebido como algo natural", alerta.
Y condena el tratamiento que algunos medios de comunicación están haciendo sobre los escándalos de Weinstein. "En el periódico italiano Libero han llegado a publicar opiniones resumiendo el acoso sexual del que Asia Argento, actriz e hija del director Dario Argento, acusa a Weinstein con titulares que vienen a decir "Primero se abren de piernas y luego fingen arrepentirse". En el texto, el periodista Renato Farina se pregunta si las actrices que han sufrido acoso sexual por parte del productor estadounidense son realmente defendibles", denuncia.