Juan Carlos Pérez de la Fuente se describe a sí mismo como el hijo de un agricultor. "Nunca me han regalado nada. Comencé en el Banco de España como botones y cuando le dije a mi padre que lo dejaba para hacer teatro, no te puedo contar las hostias que me dio. Sé lo que es luchar y lo haré", dice quien fue destituido por el gobierno de la alcaldesa Manuela Carmena de su cargo como director del Teatro Español. Su designación la obtuvo tras presentarse en 2014 a un concurso público convocado por el Área de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Madrid a través de la empresa pública Madrid Destino, y en el que participaban otros 27 candidatos.
"Eso tiene un nombre: acoso. Hasta mis enemigos me dan la razón", dice Pérez de la Fuente sobre la destitución
Según la ley, Pérez de la Fuente debe permanecer como responsable del teatro durante cuatro años. Tras la decisión del Ayuntamiento, su mandato quedó en menos de la mitad. La situación legal del Español está en el aire. Aunque el pleno del Ayuntamiento ha solicitado la permanencia y restitución de Pérez de la Fuente, la realidad es que el gobierno local ha convocado a un nuevo concurso. Es decir, el teatro permanecerá 8 meses sin dirección.
El Teatro Español es uno de los más importantes de la ciudad. Fue creado por orden de Felipe II como corral de comedias y es el único de Europa que ha ofrecido ininterrumpidamente programación. Actualmente depende de Madrid Destino, la empresa municipal dirigida por Santiago Eraso que gestiona los asuntos culturales de la ciudad y que, según relata Pérez de la Fuente, ha adelantado una política de vejaciones e injerencias en contra suya y la institución. "Eso tiene un nombre: acoso. Hasta mis enemigos me dan la razón", asegura. La noticia de su destitución la recibió Pérez de la Fuente en marzo de 2016, mucho antes del domingo pasado, cuando se despidió del público con estas palabras: "Las personas que dicen que traían la libertad se han cargado el concurso público por el que fui nombrado (…) Detrás de esta izquierda hay fascistas escondidos", dijo después de presentar la programación del teatro hasta 2018. Lo mismo repite hoy.
"Detrás de esta izquierda hay fascistas escondidos”, dijo al despedirse tras presentar la programación hasta 2018
-Hace una semana se despidió del Español con unas duras palabras contra el Ayuntamiento de Madrid. ¿Cuál es la situación a día de hoy?
-El miércoles de esta semana sucedió algo inaudito, a tres días de haberme cesado como director del Teatro Español, el pleno del Ayuntamiento de Madrid pidió mi permanencia. Votaron a favor de mi vuelta Ciudadanos y PP. El PSOE se abstuvo y consiguió que Ahora Podemos no ganara. Siento una satisfacción grande por eso. El gobierno de Madrid hizo lo que hizo, pero que esta medida sea vinculante o no tendrá que decidirlo un juez.
-¿Cuáles han sido los argumentos del equipo de las artes del Ayuntamiento para destituirlo?
-Varios. Han dicho que buscaban a una persona más a fin, lo cual es absurdo. Justamente para eso se han creado los concursos públicos, para evitar afinidades políticas. Durante el pleno del miércoles, Celia Mayer dijo que no tenía nada en contra de Pérez de la Fuente como director del Teatro Español, que la programación le parecía estupenda, pero que tenían en mente un cambio del modelo.
-¿Y en qué consiste ese nuevo modelo?
-Quieren un director en las Naves del Español (Matadero), otro en el Teatro Español y otro en el Teatro Fernán Gómez. Eso no es un cambio de modelo, es un cambio administrativo. El acuerdo que existía entre PP y PSOE, que fue crear y respetar los concursos públicos y que se hizo en el CDN con Ernesto Caballero y con Helena Pimenta en la Compañía Nacional de Teatro Clásico, lo ha roto Celia Mayer y el Ayuntamiento de Madrid. Para eso se hicieron los concursos públicos. Y por eso se respetan. Para que no coincidan con las etapas y las intenciones electorales.
"Han dicho que buscaban a una persona más a fin, lo cual es absurdo. Para eso se crearon los concursos públicos"
-En el caso de que prosperara la decisión del pleno, ¿quisiera todavía quedarse? ¿Merece la pena?
-Sí, porque si no sería el triunfo de los políticos. La profesión se está jugando aquí mucho más que el nombre de Juan Carlos Pérez de la Fuente. Si prospera el plan del Ayuntamiento y se viola el acuerdo ético, el que detenta el gobierno puede hacer lo que quiera. Ya sé que, de volver, me harían la vida imposible, es cierto. Pero, a pesar de eso, de los numantinos he aprendido que no hay que darse por vencido y que cuando llegan momentos como este es cuando hay que dar el Do de pecho. Es en este tipo de momentos cuando pienso en la importancia del teatro público. Es más injusto que quien la recibe injusticia se marche.
-La larga sombra de la privatización amenazó la gestión de los teatros en la legislatura de Botella. ¿Qué es peor: aquello o esto?
-Ambas son igualmente burdas. Son barbaries. Sobre aquel ruido de la calle que existía en aquellos años de Natalio Grueso, siempre lo dije: los teatros públicos tienen una función sagrada. Tan malo es no creer en el teatro público como convertirlo en teatro comercial. Si lo que ha hecho Carmena hubiese ocurrido con el PP, cómo habrían sido los gritos y los titulares de prensa.
-¿Le están pasando una factura ideológica?
-La ideología está en la programación. Si dicen que yo fui nombre impuesto por Ana Botella por qué no se dijo lo mismo cuando nombraron a Ernesto Caballero o a Helena Pimenta. Creo que aquí hay intereses, somos un país que habla mucho, pero que reflexiona poco y lee todavía menos. Para mí es una satisfacción que haya llegado un gobierno de Podemos y pueda decir que en el tiempo que estuve al frente del Español, se programó a los autores más olvidados de la izquierda, por ejemplo, Fernando Arrabal, Max Aub…
"Si dicen que yo fui nombre impuesto por Ana Botella por qué no se dijo lo mismo cuando nombraron a Ernesto Caballero o a Helena Pimenta"
-¿Qué tan preparada están Celia Mayer y su equipo para gestionar la cultura de una ciudad como Madrid?
-Su preparación es nula. El 18 de enero de este año, a la 13.00 horas, se presentó en mi despacho la consejera delegada Ana Varela. Ese día, un cargo técnico, vino a decirle al director artístico del teatro español (ese día estaba también Santiago Eraso, director de Madrid Destino), que dejara de programar.
-¿Qué tan al tanto está la alcaldesa Carmena de lo que ocurre?
- Me he reunido con ella solo una vez. Fue comienzos de septiembre de 2015, cuando le presenté la programación. En aquellos días el equipo de Cultura tuvo algunas exigencias. Yo dije que o presentaba toda la programación o no presentaba nada. Sólo después de hablar una hora y 20 minutos con Manuela Carmena, después de explicarle que era programación ambiciosa y progresista, se desbloqueó todo y el Español pudo al fin presentar su programación para la temporada. La paradoja está en que el gobierno no puede interferir en ese tipo de contenidos.
-¿Existe algún antecedente de un caso como el suyo?
-Sí, le ocurrió a Josep Maria Flotats con el teatro nacional de Cataluña. A los quince días de inaugurarse el teatro, Flotats fue fulminado de su cargo. El hombre que más había hecho por el teatro público catalán.
-¿Qué ocurre dentro del gobierno de la Alcaldesa Carmena, al menos en lo que a cultura respecta?
-Están pasando cosas desde hace muchos meses, hay divisiones importantes. Que intervenga la alcaldesa Manuela Carmena para imponer cordura y sentido común donde no lo hay es un signo. Carmena cada vez está más alejada de su equipo. Y no sé yo si alguien con su trayectoria eso le compensa.
"La preparación de Celia Mayer como concejala de cultura es nula"
-¿Cómo afecta esto directamente al teatro público en Madrid?
-Mucho. Hay que proteger este tipo de instituciones, blindándolas como fundaciones. Ese no es el caso del Teatro Español. Soy un director ficticio porque el Español depende de Madrid Destino. El Ayuntamiento me prohibió hasta asistir a ruedas de prensa. Es una te quedas en un monigote porque cada rueda de prensa. Que yo interviniese pasaba por la autorización de Madrid Destino. El señor Eraso me dijo que no era necesario que yo estuviera en las comparecencias de prensa sobre la programación de la que era responsable. Si no me lo hace llegar por escrito, no obedeceré, le dije. Eso tiene un nombre: acoso. Hasta mis enemigos me dan la razón.
-¿Alguna otra institución sufre de este tipo de situaciones?
-El Circo Price, por ejemplo. Se la han arrebatado 1.050 metros para dárselos a las asociaciones del barrio, esto es gravísimo. La primera vez que escuché a Santiago Eraso, dijo lo siguiente: ¿Por qué Velázquez tiene que estar en El Prado y no en Villaverde? Pues, vamos a ver, eso no es u planteamiento. Estas medidas afectan el brillo del teatro español con respecto a otras ciudades europeas. ¿Tú eres consciente de que, desde el 1 de enero, el Teatro Español no tiene gerente ni director artístico? El vacío es tan grande que ni siquiera sé cuál es la dotación presupuestaria del Español.
"El vacío es tan grande que ni siquiera sé cuál es la dotación presupuestaria del Español"
-¿Quién es, a su juicio, el gran responsable de lo que ocurre?
La alcaldesa será la gran responsable. Pero no hay que perder de vista que la responsabilidad administrativa y laboral es de Madrid Destino y la responsabilidad política, de Mayer. Esto es un tema político. Y la gran responsable de lo que pase con el Teatro Español será Manuela Carmena.
¿QUIÉN ES JUAN CARLOS PÉREZ DE LA FUENTE?
El comité asesor del concurso público que eligió a Juan Carlos Pérez de la Fuente entre otros 27 candidatos para ocupar el puesto como director del Teatro Español estuvo integrado por Ignacio Amestoy, autor teatral; Socorro Anadón, actriz y directora; José Luis Alonso de Santos, director; Juan Ignacio García Garzón, crítico teatral; José Luis Gómez, autor, director y académico; Carlos Hipólito, actor; y Juanjo Seoane, productor.
Estuvo al frente del Centro Dramático Nacional en 2004. Ha obtenido reconocimientos como el Premio Nacional de Teatro, la Medalla de Oro de las Bellas Artes por su trayectoria profesional y el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid. También ha recibido el Premio ADE de dirección (en dos ocasiones), el Premio Celestina al mejor director, el Premio del Público de Madrid al mejor director (en dos ocasiones), el Premio Mayte y el Premio La Barraca de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo por su trayectoria profesional.
En la elección de Pérez de la Fuente estuvo motivada por la propuesta artística que presentó. "Una decidida apuesta por la significación histórica y actual dentro de la cultura española y universal, que representa el principal teatro municipal de Madrid", aseguró el comité. Su proyecto artístico para el Teatro Español tenía como principal objetivo "preservar y consolidar" el espíritu del coliseo en activo más antiguo del mundo, el "principal teatro de Madrid". La propuesta se caracterizaba por "el respeto absoluto a la trayectoria histórica del teatro como bien cultural extraordinario y en diálogo permanente con la sociedad del siglo XXI".
Juan Carlos Pérez de la Fuente (Talanca de Jarama, 1959) asumió las riendas de una institución que sufrió varias interrupciones en su organigrama. La primera cuando Mario Gas fue relevado como director y, la segunda, con la salida de Natalio Grueso, uno de los fichajes culturales de la gestión de Ana Botella como alcaldesa de Madrid.