"Tenemos un estadio hermoso que ver el año que viene y espero estar ahí". Las palabras de Simeone durante la presentación de su libro 'Creer' aventuran el compromiso del entrenador rojiblanco con una cita histórica en la centenaria vida del Atlético de Madrid: el traslado a La Peineta y su inauguración. El nuevo estadio marca inexorablemente el horizonte colchonero en la temporada de la despedida del Vicente Calderón después de 50 años en la ribera del Manzanares. El adiós a toda una vida al sur de la capital no es asunto baladí para un club que vive sus mejores años deportivos con el Cholo en el banquillo, aunque el trance desde la final de Milán provocó silencios, dudas, confirmaciones, un nuevo proyecto con el que "reinventarse" (palabra del Cholo) y un mal arranque liguero. Los inesperados resultados ante Alavés y Leganés han acrecentado la incertidumbre extendiéndose a la figura de Simeone con contrato hasta 2020, pero cuyas discrepancias con los dirigentes se acrecientan cada vez que el mercado de fichajes se cierra sin haber cumplido en totalidad sus exigencias.
Cuando se revuelven las aguas en el Atleti, un remanso de paz desde que Simeone se puso al frente del equipo, la descomposición parece próxima. Discutida ahora su propuesta por una exigencia de un fútbol mejor, los jugadores han cerrado filas una vez más con su entrenador. La fidelidad de Griezmann para renovar sólo si seguía el Cholo es una muestra más de la unidad del grupo tanto como la defensa a ultranza de Koke sobre la manera de jugar del equipo. Las dudas vuelven a surgir por la continuidad o no del técnico argentino en un proyecto firmado hasta 2020 como adelantó Vozpópuli. De hecho, y pese a las diferencias en asuntos mayores y menores entre Simeone y Gil Marín la pretensión del club es extender de nuevo el contrato en vigor así como mejorar la ficha del técnico argentino como ya anunciamos aquí a principios de año y no como ahora algunos tratan de apuntarse como exclusiva.
El respaldo más firme y sin fisuras al proyecto de Simeone procede del hombre que cambiará la historia del Atlético: Wang Jianlin. El dueño del mastodonte chino Grupo Wanda está decidido a hacer más grande aún al club madrileño y colocarlo al nivel de Real Madrid y Barcelona; su ambicioso plan no sólo pasa por lograr el control de la entidad adquiriendo la mayoría de su capital social como también detallamos hace más de un año y cuyos movimientos se van a acelerar a lo largo de esta temporada, sino también en fortalecer los proyectos con el Cholo a la cabeza de los mismos tras el desembarco en La Peineta. Wang Jianlin, galardonado recientemente en su país como empresario caritativo, pretende un crecimiento coyuntural deportivo (fichajes) y social donde se incluye la construcción de la mastodóntica y real Ciudad Deportiva no como el fracaso de la operación en Alcorcón, mientras resuelve otros proyectos urbanísticos en la ciudad de Madrid.
Simeone sigue estimulado en el Atlético de Madrid porque cree. No se rinde. Y porque no ha culminado su obra todavía con esa Champions que se le ha negado en dos ocasiones. Los que le conocen bien y trabajan a su lado reconocen que el Cholo no ceja en su empeño de colocar esa ansiada Copa de Europa en la sala de trofeos de la entidad para gloria de una afición que no pierde la fe en su líder. Los sueños, también irrenunciables, de dirigir a Inter y a la selección argentina se mantienen intactos pero no en un horizonte próximo. Queda mucho por hacer en el Atleti y el Cholo ya está manos a la obra empezando por la próxima final ante el Celta...