Es probable que se necesiten más medidas para cumplir el déficit. Ésta es la principal conclusión que se puede extraer del dictámen de la Comisión sobre el plan presupuestario español. Si no se hace nada más que lo que ya se ha anunciado, las cuentas públicas acabarán 2017 con un desfase del 3,3%, dos décimas por encima del objetivo pactado.
A pesar del jarro de agua fría que supone esta conclusión, lo cierto es que la Comisión ha avalado el plan presupuestario español al asegurar que cumple en líneas generales con los requisitos exigidos. De hecho, cree que el país ha hecho el ajuste que se le pedía, pero duna de si será suficiente. En realidad el diagnóstico coincide bastante que lo que han dicho numerosos economistas españoles, que creen que habrá que subir más los impuestos para cumplir lo pactado.
Y lo peor es que en 2018 tampoco cumpliremos. El déficit se puede ir al 2,8%, en lugar de al 2,2% pactado, aunque España sí conseguiría salir del procedimiento de déficit excesivo. Parece que le guste o no, al Gobierno no le va a quedar más remedio que seguir tomando medidas impopulares para controlar las cuentas.
Aprueba el plan presupuestario
En cualquier caso, la Comisión sí aprueba las últimas medidas que ha puesto en marcha el Gobierno, que suponen un aumento de los ingresos de unos 7.500 millones. Casi todo el ajuste viene de cambios en el Impuesto de Sociedades y en los Impuestos Especiales, aunque también se pretende mejorar la lucha contra el fraude y reducir gastos superfluos.
En cambio, cree que ha realizado "escasos avances" para cumplir los requisitos específicos del Consejo sobre la necesidad de reforzar el marco presupuestario y su política de contratación pública.