Los más altos mandatarios del Gobierno colombiano, enfrascados estos días en cerrar los flecos de la firma del acuerdo de paz con las FARC, han sacado tiempo para poner contra las cuerdas al grupo español Gas Natural Fenosa, que controla la tercera distribuidora de electricidad del país, Electricaribe.
Entre las advertencias y las amenazas se han movido estos días tanto el mismísimo presidente Juan Manuel Santos como su 'número dos', el vicepresidente Germán Vargas.
El primero dio un toque de atención a la compañía española, vía twitter, exigiendo que su filial en el país cumpla los compromisos de inversión fijados en el Plan 5 Caribe, porque "el Gobierno ya ha puesto su parte".
Germán Vargas y varios líderes políticos regionales apuestan por entregar Electricaribe a otra compañía para que invierta y evite los apagones
Pero mucho más duro ha sido Vargas, cuya andanada lleva una carga de profundidad que ha provocado gran preocupación en la cúpula directiva del grupo controlado por La Caixa y Repsol. "Llevamos tantos años con el problema que ni Electricaribe está interesada, ni nosotros en que ella continúe. (…) Aquí no se les quiere y ellos han demostrado que tampoco quieren a la Región Caribe”, ha dicho el 'número dos' del Gobierno colombiano.
La amenaza lanzada contra el dueño español de Electricaribe para que deje el país viene acompañada de Plan B, porque el propio Vargas se ha manifestado a favor de intervenir la compañía que presta el suministro de electricidad a 7 departamentos colombianos de la costa atlántica (Región Caribe) para posteriormente trasladar su propiedad y control a "otra empresa que realmente quiera poner esto en marcha".
El vicepresidente ha recordado que "ya son muchos años de programas que se anuncian y después no se cumplen. Que bueno sería que se pudiera avanzar en algo que se ha mencionado, la transferencia de la propiedad de Electricaribe a una empresa que realmente quiera poner esto en marcha".
Para transferir la propiedad de la eléctrica caribeña a otra compañía hay primero que expropiar el paquete del 85% del capital que posee actualmente Gas Natural Fenosa.
El fantasma de la expropiación de las acciones que posee Gas Natural se cierne estos días sobre un problema que ya se ha enquistado
La compañía española se ha venido quejando en los últimos meses de que los impagos de grandes clientes, entre ellos las propias instituciones y administraciones públicas locales y regionales, y la gran cantidad de enganches ilegales al servicio están dañando su cuenta de ingresos, lo que está provocando que se ralentice el ritmo de inversiones y, por consiguiente, cae la calidad el servicio y llegan los cortes y apagones.
Los últimos cortes de la luz que se han producido en algunos barrios de Cartagena de Indias han sido los que ha desatado la furia del vicepresidente del Gobierno, según recoge estos días la prensa colombiana.
Ante la gravedad de la situación, Gas Natural Fenosa ha optado por activar el acuerdo bilateral de protección de inversiones entre España y Colombia, que da un periodo voluntario de seis meses para que las dos partes, Electricaribe y las autoridades energéticas del país, den una solución al problema.
En las últimas semanas ha habido una oleada de dirigentes regionales pidiendo al Gobierno central que intervenga Electricaribe. Las autoridades de los departamentos de La Guajira, Atlántico, Bolívar, Sucre, Córdoba, Cesar y Magdalena han propuesto esta medida, que supondría expropiar las acciones que posee la compañía española, para que no se produzcan más cortes y apagones en la zona.