El ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, lo tiene claro: Los 5.500 millones que reclama Bruselas para cumplir el déficit en 2017 saldrán de nuevos cambios en el Impuesto de Sociedades, una mejora de la lucha contra el fraude fiscal y una racionalización del gasto público a través de una auditoría de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), una medida propuesta por Ciudadanos.
El Gobierno ya ha utilizado el Impuesto de Sociedades para cuadrar las cuentas en 2016 y parece que volverá a hacerlo en 2017. Tal y como ha dicho con el ministro, el acuerdo que el PP firmó con Ciudadanos ya contemplaba que la mayor parte de del ajuste de 5.500 millones se sacara del impuesto que pagan las empresas. ¿Qué pueden hacer para conseguirlo? En palabras del ministro, una "racionalización del impuesto" eliminado aspectos con un impacto negativo en la recaudación.
Esto deja la puerta abierta a la eliminación de varias deducciones del tributos, que es lo que quiere la formación naranja. A su parecer, esta figura tiene muchos agujeros por los "beneficios fiscales" injustificados de los que disfrutan muchas empresas. De esta forma, el Gobierno espera no tener que tocar los grandes impuestos, el IRPF y el IVA, aunque tal y como ha dicho el presidente, Mariano Rajoy, este miércoles, eso dependerá del crecimiento y la creación de empleo.