Alargar la edad de jubilación, reducir las prestaciones, mejorar los ingresos, crear un impuesto concreto… Muchas son las propuestas que llegan desde el mundo económico para reformar un maltrecho sistema de pensiones que hoy sobrevive gracias al Fondo de Reserva y que difícilmente podrá financiar las pensiones de mañana si no se hace algo para garantizar su sostenibilidad. Según los expertos, la reforma no puede esperar y tiene que abordarse sin falta en la próxima legislatura.
Hoy vamos a analizar la propuesta que hacen algunos economistas de diseñar un sistema basado en cuentas nocionales, como el implantado en Suecia, Letonia y Polonia. Es un sistema de cuentas individuales, pero basado en el reparto intergeneracional. Igual que en el sistema acutal, los trabajadores abonan las pensiones del momento con sus cotizaciones. La principal diferencia es la forma de calcular la pensión.
También es un sistema de reparto, pero la pensión se calcula de forma diferente
En el sistema actual, los trabajadores tienen prestaciones definidas. Cuando llega el momento de jubilarse, la prestación se calcula combinando el número de años cotizados con las aportaciones realizadas durante los últimos 25 años. Y las pensiones están limitadas por arriba y por abajo. En 2016, la pensión mínima se fijó en 636 euros y la máxima en 2.567 euros.
En el sistema de cuentas nocionales, en cambio, se abre una cuenta ficticia a cada persona que se incorpora al mercado laboral y le va acompañando a lo largo de su vida. En ella se anotan las cotizaciones sociales que realiza y cuando se jubila se calcula la prestación en función de todas las aportaciones. Esas aportaciones, además, se van actualizando para vincular directamente cotizaciones y prestaciones.
La cuantía de la pensión anual que finalmente acaba percibiendo el jubilado es el resultado de dividir el valor cuantitativo de los derechos adquiridos entre la esperanza de vida estimada de la cohorte de población a la que pertenece el individuo en el momento de jubilarse. Es cierto que este sistema provocaría un descenso de la pensión media, que actualmente ronda los 1.000 euros, pero también impulsaría las prestaciones máximas, fijadas este año en algo más de 2.500 euros.
La edad de jubilación sería flexible, pero incentivaría la prolongación de la vida laboral para poder cobrar más
Probablemente tampoco sería necesario fijar una edad legal de jubilación (67 años tras la última reforma) y cada trabajador decidiría cuando hacerlo asumiendo que cuanto menos trabaje, menos pensión percibirá. Por eso, los partidarios de este sistema defienden que incentiva a la prolongación de la vida laboral, ya que muchos ciudadanos optarían por trabajar más para poder cobrar una pensión más alta.
Algunos expertos sostienen que una de las mayores desventajas de este tipo de sistemas es que no garantiza unos ingresos mínimos suficientes a los trabajadores que no hayan podido trabajar mucho a lo largo de su vida. Además, no previene de cambios demográficos completamente porque las pensiones se calculan en el momento de ser causadas y no tiene en cuenta el aumento de la esperanza de vida para recalcularlas.
Fedea, Unespa y BBVA Research han defendido públicamente las cuentas nocionales
Organismos económicos como Fedea, Unespa o BBVA Research han defendido públicamente esta fórmula. De hecho, el subdirector de Fedea, José Ignacio Conde-Ruiz, defendió públicamente hace unas semanas en una conferencia en Esade la aproximación a un sistema de este tipo, que permite flexibilizar aún más la jubilación. Según dijo, España aún está a tiempo de hacer una reforma de este tipo, pero se necesita un pacto nacional.
El grupo consultivo de reflexión sobre políticas públicas publicó en el año 2013 un informe patrocinado por Unespa sobre este tipo de sistema en el que aseguraba que combina la conciliación de un modelo de pensiones basado en el método de reparto con un tratamiento equitativo en el acceso a las prestaciones y la sostenibilidad financiera. Según este informe, las cuentas nocionales combinan de manera eficiente un tratamiento equitativo en el acceso a la prestación con la sostenibilidad financiera del sistema a largo plazo.
Y BBVA Research suele incluir esta propuesta en sus documentos habituales. Según el servicio de estudios del banco presidido por Francisco González, además de las ventajas ya mencionadas, las cuentas nocionales hacen que los ciudadanos tengan un mayor conocimiento de las reglas que determinan el acceso y la cuantía de la pensión contributiva. A su parecer, las autoridades deberían hacer un esfuerzo por extender a todos los trabajadores la información sobre el montante de sus contribuciones acumuladas y sobre la magnitud nocional de la pensión de jubilación.