Emilio Saracho se convertirá hoy, 20 de febrero, en presidente de Popular una vez que su precedesor en el cargo, Ángel Ron, sea cesado por el consejo de administración de la entidad y tenga lugar la junta general extraordinaria de accionistas.
El consejo de Popular se reunirá este lunes con anterioridad a la junta para cesar al actual presidente de su cargo y aceptar su dimisión como consejero de la entidad. Así, Ron habrá estado al frente de Popular durante los últimos doce años.
Tras la reunión del consejo, tendrá lugar a las 11.00 horas en el recinto de Ifema la junta general extraordinaria de accionistas de la entidad, en la que los titulares de acciones del banco deberán aprobar el nombramiento de Saracho como consejero ejecutivo.
A esta junta, que será presidida por el vicepresidente de la entidad Roberto Higuera, no acudirá Ron, como confirmó en la presentación de los resultados de Popular, el pasado 3 de febrero.
El orden del día de la junta contempla, además de la designación de Saracho como consejero ejecutivo, la ratificación de Pedro Larena, actual consejero delegado, como consejero ejecutivo, y de Jaime Ruiz Sacristán como consejero dominical.
Asimismo, los accionistas deberán aprobar la modificación de algunos artículos de los estatutos sociales y del reglamento de la junta, así como la política de remuneraciones de los consejeros, que incluye el número máximo de acciones a entregar como consecuencia de su ejecución.
Los titulares del capital de Popular también deberán decidir si aprueban la delegación en el consejo, con facultad de sustitución, de facultades para la formalización, la interpretación, la subsanación y la ejecución más plena de los acuerdos que adopte la junta.
Al término de esta asamblea general, Saracho ya será consejero ejecutivo de la entidad, por lo que el consejo podrá convertirlo en presidente. Así lo hará el órgano de gestión del banco en la reunión que celebrará con posterioridad a la junta.
Una entidad en pérdidas
Saracho, anteriormente vicepresidente mundial de JP Morgan Chase, tomará así los mandos de una entidad que cerró el ejercicio 2016 con pérdidas de 3.485 millones de euros, aunque cubiertas con el importe obtenido en la ampliación y con su exceso de capital, según informó el pasado 3 de febrero.
Este resultado ha provocado que la agencia de calificación crediticia Fitch hundiera su rating dentro del 'bono basura' y que S&P Global bajara su perspectiva de 'positiva' a 'estable', aunque manteniendo su nota también en 'grado de especulación'.
Ambas calificadoras asumen que, con la llegada de Saracho a la presidencia, la entidad acometerá una revisión de su plan estratégico y de sus objetivos.
Conocedor del sector financiero
El nuevo presidente de Popular conoce bien el sector financiero tras haber participado durante su carrera en la creación y el desarrollo del Banco Santander de Negocios y haber trabajado para Goldman Sachs en Londres. Saracho es, además, consejero externo independiente de Inditex y consejero no ejecutivo independiente de IAG.
Entre los retos a los que deberá hacer frente al timón de Popular se encuentran reforzar la solvencia del banco y decidir el futuro del 'Proyecto Sunrise', el plan diseñado por la anterior directiva para crear una sociedad de activos inmobiliarios por importe bruto de 6.000 millones de euros que cotizaría en Bolsa.
Además, los analistas financieros prevén que Saracho podrá o bien llevar a cabo una nueva ampliación de capital o bien poner en marcha la venta de activos no estratégicos para mejorar la situación de Popular.
En este cargo, Saracho cobrará una retribución fija de 1,28 millones de euros, como acordó el consejo de administración a propuesta de la comisión de retribuciones. En concreto, percibirá una retribución fija de casi 1,3 millones de euros desde hoy hasta el 31 de diciembre de este año, a la que se sumarán las retribuciones en especie y variables destinadas a los consejeros ejecutivos.
DOCE AÑOS AL FRENTE DE LA ENTIDAD
Por su parte, Ron percibirá una retribución fija de 152.778 euros correspondiente al periodo comprendido entre el 1 de enero y el 20 de febrero, fecha del fin de su presidencia.
El aún presidente acumulaba a cierre de 2015 compromisos por pensiones de 8,2 millones de euros, según consta en el último informe anual sobre remuneraciones de la entidad, aunque en su contrato no figura derecho a cobrar indemnización por cesar en su cargo.
Bajo el mandato de Ron, que finalizará este lunes tras doce años, el banco integró Banco Pastor en plena reestructuración del sector financiero español, una operación que realizó sin ayudas públicas.
No obstante, el 'ladrillo' asumido y la negativa a traspasar parte de esos activos a la Sareb, conocida como 'banco malo', comenzaron a pesar en el balance de la entidad y se convirtieron en el origen de muchos problemas futuros.